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ESENCIA DE CORAL

 

La gloria me pertenece
cuando ella me envuelve
y me cautiva
como una posesión divina,
en su profunda protección
de flores sin espinas.

Una palabra es nula
una sílaba es inalcanzable,
para dar sentido
a mi devoción por ella.

Mi respuesta a tiempo,
mi tristeza rodeada
de castillos de caballeros
que intentan rescatarme;
y la miel de sus abrazos se pronuncia
en un tiempo perfecto de Dios,
de ángeles de luz,
de flores de algodón.

Velas benditas me regala
en candelabros de bronce
que sostienen
mi pulcritud y mi virtud,
en tiempos donde
la maldad y la hipocresía
viajan desalmadas
como rosas de cien mil espinas;
porque con su vientre
le presentó al mundo,
mi corazón desnudo
y mi alma pura
de ave sin guarida.

Mi adoración por ella viajará
en una valsa de cristal,
que en silencio se ausentará
pero con una brújula que le mostrará
su marcado curso en alta mar,
y a cualquier ser sin rumbo cautivará
cual mariposa que vuela en espiral
como una manifestación espiritual
que deslumbra y apasiona
con su sublime esencia de coral.

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