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Feliz cumpleaños Blanca

Hoy abro la ventana y me da la brisa que viene del cercano mar en la cara, el sol empieza a salir y tiñe de rojo el horizonte. Aparentemente una mañana normal, un día más en mi historia vital. Sin embargo no lo es. Al cerrar los ojos vienen a mi mente momentos previos a que todo cambiara, mi perro León dando vueltas a mi alrededor, sin dejarme ni siquiera respirar. Un día como hoy todo cambió porque llegaste a mi vida. De eso hace ya 18 años. Un suspiro me sale de dentro, de lo más profundo, mezcla de miedo, alegría e incredulidad. Tanto tiempo en tan poco tiempo. Parece que era ayer que tu carita morada se apoyó en mi pecho. Llorabas mucho, por hambre, y yo dejaba correr mis lágrimas sabiendo que eras mía. Mi niña. Tengo que decirte que estoy un poco asustada porque estos años han pasado demasiado rápido, casi no me he dado cuenta de cuando tus manitas dejaron de buscar las mías para aguantar el equilibrio, de cuando dejaste de pedirme un cuento para dormirte o unas coletas a cada lado de tu preciosa cabecita, de cuando te sorprendías por lo rápido que limpiaba un señor en la tele cuando en realidad era porque el vídeo lo pasaban rápido, de tu emoción la primera vez que subiste a un pony en el zoo, descubriendo ahí, en ese mismo momento, la que es tu gran pasión y próximo futuro, de tu primer “novio”,  de tu primer (y único) cero por haber copiado en un examen, de tu graduación antes de pasar a secundaria. Y es que, de repente, todo ha pasado, en un suspiro nos hemos plantado en el 2018. Enfados y risas nos han hecho crecer juntas. Y ahora es distinto, ahora soy yo la que te pide que me des la mano para sentirte cerca, la que te chupa un ojo por sorpresa mientras te abrazo fuerte, la que quiere ver un capítulo de una serie contigo, la que te chincha cuando te ve seria  para sacarte una sonrisa de medio lado y mejorar tu humor, aunque no siempre lo consiga, la que da un punto de locura a tu sensatez, que es mucha.  Tus ojos ya no buscan mi mirada para ver que estoy cerca de ti, ahora sólo miran  hacia tu futuro y la realidad, dura para mí y excitante para ti, es que cada día que pasa es un paso más hacia tu vuelo definitivo, y aunque es cierto que como dice la canción a veces te mataría, quiero que sepas que no puedo estar más orgullosa de ti, de la mujer en que te has convertido, porque hoy ya sí, hoy ya eres una mujer, aunque para mí, siempre serás la preciosa niña de cara amoratada que cambió mi vida, haciéndome mejor persona. Mi más preciado tesoro por el que daría, sin dudar ni un instante, mi vida. 

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