fbpx

Rompiendo corazas

Tanto tiempo construyendo una coraza bien contundente que te haga inmune a cualquier latido más fuerte que otro, tanto tiempo manteniendo a raya ciertos instintos, negando su presencia, haciendo oídos sordos… Aparece una persona y, de un plumazo, como quien no quiere la cosa, sin ningún tipo de vergüenza, destruye tu armadura y se hace hueco en tu existencia convirtiéndose en uno de los pilares de ésta.

Coges distancia y lo estudias. Es un tipo peculiar, un manojo de nervios, con una mente maravillosa que no para. Planes, miles de planes y proyectos surcan sus pensamientos durante todo el día. Te incluye en ellos. Te encanta.

También usa coraza en forma de sentido del humor. Cada vez que se presenta un tema delicado se la pone, aunque, poco a poco, cada vez se la quita un poquito más y los chistes los utiliza sólo para reírse de verdad.

Quieres que sea especial, que sea vuestra historia, escrita por vosotros, sin permitir que ningún estereotipo externo influya en ella. Sigues con tu coraza, sigues negando instintos, ni siquiera dejas que se planteen.

Un día, de repente, sí, de repente, despiertas, nada ha cambiado excepto tú. Una idea con un peso bestial atraviesa tu pensamiento, tu corazón y tus entrañas. La maternidad. Te sorprendes. Niegas. Comienzas tu día intentando concentrarte en tus quehaceres diarios, pero miras de reojo a esa presencia que te observa desde el subconsciente.

Conforme pasan los días, no sabes si por la fuerza de la curiosidad o de la propia idea, la vas observando con más detenimiento, le cedes más atención, la miras más de frente y te sorprendes estudiándola, sopesándola… Tu trabajo se va a ver perjudicado, por lo tanto, tu siempre ansiada y adorada independencia, dos perros en casa, la montaña, los viajes. Vale, él te encanta, pero ¿será la persona?… Si no es, ¿por qué te lo estás planteando cuando nunca lo habías hecho antes?

Nunca has pretendido ser ni más ni mejor que nadie, simplemente has buscado disfrutar de la vida a tu manera, eligiendo tú los momentos de emoción y los de tranquilidad. Todo bajo control.

Dudas, miedo, terror, pero… ¿y si…?

BUSCAR