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“No” también es una palabra. UTILÍZALA

Lo más importante que aprendí a hacer después de los cuarenta años fue a decir ‘no’ cuando es ‘no’.

Gabriel García Márquez.

Abuhado, burdégano, sapenco, esternocleidomastoideo y… no. De todas las palabras más extrañas y difíciles de pronunciar del diccionario español, ‘no’ encabeza el listado de las más delicadas de manifestar.

¿Cuántas veces has dicho ‘sí’ queriendo decir ‘no’? Dos letras, cantidad de sinónimos y un solo significado: NO. Puedes decirlo de muchas formas, sin embargo, un ‘no’ en la mayoría de los casos no necesita accesorios que le acompañen. Puedes suavizarlo, maquillarlo o ponerlo con otras palabras, pero en esencia, la clave de la asertividad es aprender a decir ‘no’ cuando quiero decir ‘no’, ‘sí’ cuando quiero decir ‘sí’ y ‘sí’ cuando a veces me apetecería decir ‘no’.

Son muchos los motivos por las que nos cuesta decir ‘no’, pero es probable que una de la mayores razones por las que evitamos su uso es la posibilidad de herir a la persona a la que se lo decimos.

LECTURA ‘DE-MENTE’.

El ser humano tiene una tendencia muy frecuente a la par que inútil: ‘meterse en la cabeza del otro’. Posiblemente te haya pasado alguna vez. O varias. O cada día. No podemos evitarlo: dar por hecho suele ser una de las acciones que incorporamos en nuestro día a día con mayor normalidad. De ahí que nos cueste decir ‘no’: ‘¿Y si se enfada?’, ‘¿y si me deja de hablar?’, ¿Y si se lo toma a mal?’, ‘Qué va a pensar de mi’. No falla. Uno de los errores más frecuentes en la comunicación es el acto de pensar por el otro y suponer situaciones. No nos gusta el vacío de información; a veces preferimos dar por hecho las cosas en lugar de preguntarlas. Lo que en psicología adopta el término ‘lectura-de-mente’, más bien podríamos denominarlo ‘lectura-demente’. Si tienes dudas, no des por hecho. Pregunta.

AGRADAR A LOS DEMÁS.

Otra de las dificultades más usuales a la hora de rechazar alguna petición es el deseo de agradar a los demás. Anteponemos la satisfacción de otros, queremos mantener nuestra imagen intacta y asociamos una negativa con falta de generosidad. Sin embargo, un ‘no’ a tiempo es un regalo con envoltorio de honestidad que, bien expuesto, puede estrechar lazos con el otro en lugar de romperlos. Cuando una persona es capaz de decir ‘no’ se produce un acto de generosidad: a ti mismo y a la persona que lo decimos. La asertividad es un regalo de respeto bidireccional.

Por otro lado, es frecuente asociar un ‘no’ a un rechazo personal. Cuando una persona dice ‘no’, lo hace a la petición de ese momento, no a la persona que tiene delante. En otras palabras: quizá hoy no pueda acompañarte, pero en otro momento sí. O, quizá no me apetezca ir a ver a esa película, pero nada tiene que ver contigo, sino con mis gustos. Asertividad no es rechazar a la persona, sino a la propuesta.

‘Ya, pero… ¿Y si se lo digo y afecta a nuestra relación?’, pensarás. A medida que crecemos hay que tener clara una máxima: No puedes agradar a todo el mundo: incluso el jamón serrano (y mira que está bueno) no le gusta a todos. El día que empiezas a dibujar tu frontera, lejos de delimitarte, te sorprenderá lo amplio que puede llegar a ser tu horizonte.

EVITAR CONFLICTOS.

En una sociedad con miedo al cambio, a los conflictos y regida en muchas ocasiones por el ‘Virgencita de Lourdes que me dejen como estoy’, se hace complicado manejar un ‘NO’ y las consecuencias que puede generar de cara a un vínculo. Solo la vida nos enseña que un ‘no’ a tiempo educa al entorno. Tras vivir conflictos, uno entiende que un ‘no’ a destiempo crea inconvenientes; que ser asertivo no genera conflictos, sino que los previene. La asertividad es el espacio de libertad donde se genera la confianza personal.

Son muchos los mensajes implícitos que pueden acompañar a un ‘no’ pronunciado en el momento justo y del modo adecuado, pero por encima de todas, es una de las muchas formas que tiene el ser humano de delimitar su espacio vital, definirse y autoafirmarse.

UN ‘NO’ A TIEMPO, NO ES NEGACIÓN… ES AUTOAFIRMACIÓN.

Desde que nos levantamos tenemos la oportunidad de tomar las riendas de nuestra vida. Tus decisiones, tu tiempo y tus prioridades son tuyas. A la hora de delimitar tu espacio no des por hecho las cosas, sé firme a tus valores y flexible cuando lo creas conveniente, prioriza tu tiempo e intereses sin justificarte. Tienes derecho a decir ‘no’, a rechazar lo que no te convenga y a expresar molestia cuando así lo sientas. Recuerda que, a veces, no es imprescindible responder a todas las peticiones en ese preciso momento, sino que se hace necesario tomarse el tiempo suficiente para pensar si quieres decir ‘sí’ o si, por el contrario, necesitas enunciar un ‘no’. Asertividad también es aplazar una respuesta cuando el objetivo es conectarte con tu propia honestidad. La asertividad, en suma, es una llave de integridad que abre puertas hacia unas relaciones de amor: propio y ajeno.

Para aprender a decir ‘no’ siempre nos quedará un sencillo recurso de tres pasos:

Paso nº1: Mira hacia tu hombro derecho.

Paso nº2: Mira hacia tu hombro izquierdo.

Paso nº3: Repite esta secuencia hasta que quede claro.

¿Ya lo tienes? ?

Etéreo, melifluo, inefable, serendipia y… ¡no!. Las cinco palabras más bonitas del castellano tienen algo en común: su uso no deja indiferente a nadie.

‘No’ también es una palabra: utilízala.

Reparando alas rotas

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