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Quererte es gratis

“Soy entrenadora Body Positive, acompaño a las mujeres a que hagan las paces con su cuerpo y su imagen” “Claro, es que ahora todo eso de quererse está muy de moda” – es algo que me suelen soltar cuando explico a lo que me dedico. 

Entiendo desde donde me lo dicen. Es cierto que en los últimos tiempos el interés por el autoconocimiento, el desarrollo personal, la psicología, las terapias alternativas o la nutrición saludable ha ido increcendo hasta el punto de transformarse en una tendencia. Parece que ahora los packs de clases de yoga te los venden como los de yogures, 5×3, 0% grasas, 0% espiritualidad.

Sin embargo, más allá del slogan “love yourself” el aprender a querernos es una necesidad. ¿Cuántos siglos hemos estado ignorando nuestras emociones? ¿Cuánto tiempo hemos pasado sin escucharnos, sin darnos lo que necesitamos? Metidas en nuestra rueda del hámster, rodando y rodando sin atrevernos a cuestionar todas esas creencias que teníamos sobre nosotras mismas y nuestro cuerpo.

Es mucho más sencillo decir que el momento que estamos viviendo es una tendencia o una moda pasajera a aceptar que hemos llegado a nuestro punto de inflexión, la gota que colma el vaso. Que sí, que estamos hartas de que se nos juzgue por nuestro físico, que estamos hasta los ovarios de tener que dar explicaciones sobre lo que nos ponemos o lo que no, que estamos hasta las narices de tener que cumplir con unos estándares de belleza inalcanzables, que no nos da la gana de vestirnos para complacerles a ellos ni a nadie.

Nuestro cuerpo es nuestro, de nadie más. Vivirlo como una parte de nosotras mismas nos da poder y nos conecta con nosotras. Ahora las reglas las pongo yo porque mi imagen es mía. Yo decido cómo me corto el pelo, cómo me visto, si me quiero maquillar o no, yo decido cómo quiero mostrarme ante los demás. Y ahí surge la sonrisa verdadera, la confianza, el poder, la autoexpresión, la liberación y el disfrute.

El tema es que ahí vas tú, intentando disfrutar de tu cuerpo y de tu imagen cuando no paras de encontrarte obstáculos por el camino: opiniones ajenas, críticas, desaprobaciones, incomprensión, estereotipos… Sólo hace falta abrir una revista femenina para darte en los morros con todo esto de golpe.

Lo mejor es que sigas la corriente comprando cosmética anti-edad, siguiendo dietas restrictivas, sintiéndote desgraciada con tu celulitis, copiando el estilo de la celebrity de turno… Porque al fin y al cabo eso te quita poder, te hace más insegura, vulnerable y manejable. Así sigues al flautista de Hamelin, hasta encerrarte en la cueva.

A la vuelta de la esquina del Suchard de chocolate te esperan ahora meses eternos de la maquiavélica Operación Bikini. A ver si te va a dar por pensar que te gustas… ¡Tranquila! Ellos se encargarán de repetirte una y otra vez que para sentirte bien tienes que estar perfecta.

Pero esta vez te pido que me escuches: no les hagas caso, de verdad tú estás bien así tal y como eres. No hay nada malo en tu cuerpo, aunque eso no es lo que te han enseñado. Y si quieres hacer algún cambio el camino para verte bien no tiene por qué ser tortuoso, no tienes por qué fustigarte en el gym, ni maltratarte, ni ponerte ropa oscura, fea y ancha, ni dejar de disfrutar, ni dejar de comer, ni de vivir.

Piénsalo, si tu objetivo es sentirte bien contigo misma… ¿Realmente crees que lo vas a conseguir andando por el camino de los horrores? 

Quererte no es una moda, es algo que te mereces. Sólo tienes que permitírtelo. Es gratis 😉

Aizea Villarreal

I feel Good Bcn

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