fbpx

Sin miedo al cambio

Cambiar

(..) la mudanza de algo nuevo; sustitución, intercambio, modificación, acción y resultado, alteración, variación, fugacidad, eventualidad, transformación, mutación y metamorfosis…

¡TODO esto cabe en la palabra cambio!

Evolucionar, innovar, renovar, diversificar, modificar y reformar, trasladarse o marcharse, irse, emigrar o inmigrar, convertir…

Hay tanta  acción en el verbo cambiar que parece increíble que la sola idea nos paralice a veces hasta dejarnos inmóviles.

El miedo anticipado que desencadena la posibilidad de que algo cambie en nosotros o en nuestra vida, no nos deja ni siquiera adivinar las oportunidades que cualquier cambio lleva implícitas.

Cada transformación implica no sólo una modificación interna, sino también un reajuste con el entorno, que también se está transformando a nuestro paso. Uno y otro se adaptan entre sí, aunque ninguno sea del todo consciente de ello. Están condenados a afectarse mutuamente. El individuo y su contexto.

El cambio es el aspecto más importante de nuestra existencia porque a través de él llegamos a ser lo que somos en cada momento y lo que nos permite ir a más, o lo que nos conduce a venir a menos.

Todo depende de nuestra capacidad de reaccionar, de posicionarnos ante él, de la decisión adecuada o errada en el momento oportuno o impreciso.

Hay cambios que se dan deprisa, repentinos, como un mazazo y modifican nuestra vida súbitamente, mientras que hay otros muy lentos que nos esculpen silenciosamente con el paso de los años.

Sin embargo, cada vez que un cambio asoma a nuestra vida, nos provoca las mismas dudas, el mismo vértigo, la misma incertidumbre y parecido miedo. Nos expone reiteradamente como novatos a su juicio, pávidos ante su sentencia.Y examina una y otra vez nuestra suerte.Tantas veces, que resulta inagotable!

No hay nada más constante que el cambio.Y sin embargo, toda nuestra energía parecemos destinarla a permanecer estables, inmutables, a fijar nuestra vida y nuestro entorno, anclarlo en un suelo invisible, a fijarlo con estacas de poder, sosiego y certeza, al terreno que creemos conocido. Conquistando a plazos un pedazo de plantea para habitar en él. Empecinados en creer que eso nos protegerá… ¿de qué?! de quién? no lo sabemos! tal vez de nosotros mismos…?

Tanta energía y dedicación invertimos en ello, que si algo o alguien altera nuestros “planes de inversión” a largo plazo nos sentimos desnudos, desarmados, indefensos… aterrados! y seguimos malgastando fuerzas durante un tiempo (tal vez a veces demasiado) en impedirlo, negarlo o evitarlo.

Pero lo cierto es que todo, absolutamente todo está en movimiento. Nada, no hay nada que sea para siempre. Que se mantenga igual, quieto, impasible. Estático.

Sobrevivir(lo) para comprobar que seguimos viviendo.

Y siempre, siempre recordar aquello de “Nadie sabe, ciertamente, de lo que es capaz hasta que lo hace”.

A tod@s los que con temor afrontáis cada nueva etapa y sin embargo al final os hacéis con ello… ¡¡Cambiad sin miedo!!

Twitter:@GrelaBravo

www.articulate.com

BUSCAR