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Marta Buchaca, una autora teatral en presente

“Una buena historia es una historia que parte de ti”

Marta Buchaca es noticia en la actualidad porque acaba de estrenar PLAYOFF. Una obra teatral que protagonizan un grupo de mujeres futbolistas. Obra que le encargó La Joven Compañía y que se representa en la actualidad en el Centro Cultural Conde Duque de Madrid hasta el 24 de febrero antes de girar. Autora que ha obtenido muchos premios con sus obras de teatro anteriores, además de que son puestas en escena con regularidad en otros muchos países. Una autora que también es directora de sus propias obras, que incluso ha dirigido una obra de otro autor en Nueva York y que en la actualidad está probando como productora teatral.

 

Antonio Hernández (AH) – Si alguien no sabe todavía quién es Marta Buchaca ¿cómo se presentaría?

Marta Buchaca (MB) – Es una autora, directora y guionista que vive en Barcelona pero que trabaja tanto en esta ciudad como en Madrid y cuyo trabajo es contar historias.

 

AH – ¿Por qué le interesa contar historias?

MB – Es mi manera de entender el mundo. Es lo que he hecho desde que era pequeña y por suerte he podido convertir esa pasión en mi profesión. Otra gente encuentra el sentido de las cosas haciéndose periodista, médico o abogado y yo la encuentro contando historias, llevándolas al teatro y recibiendo el feedback del público. Pienso que no sería lo mismo si fuera novelista.

 

AH – ¿Qué diferencias introduce el teatro a la hora de contar historias?

MB – La inmediatez [responde sin dudarlo] y el ver cuál es la reacción del público de una manera rápida. Por ejemplo, en PLAYOFF tras las representaciones matinales para estudiantes de colegios e institutos se hace un coloquio justo después de la obra con eso tienes una respuesta directa del público sobre lo que se acaba de representar. El teatro tiene la magia del directo, de tener al actor allí que no tienes en otros medios. Cada año que pasa tiene más magia en este mundo tan tecnológico en el que vivimos.

 

AH – ¿Escribe a pie de escena trabajando con los actores?

MB – Yo generalmente se para que actores voy a escribir. Aunque hay algunas obras que las he escrito con ellos, acostumbro a encerrarme a escribir en casa. Puede que al principio organice un taller con ellos pero luego la escribo en casa. Lo normal es que la termine yéndome unos días sola a algún lado aislado, para dedicarme exclusivamente a ese proyecto.

 

AH- ¿Para qué necesita esa soledad?

MB – Es la manera que tengo de concentrarme en una cosa. Si estás en casa siempre tienes algo que hacer. Ahora tengo un hijo al que cuidar. Aunque cuando estaba soltera también lo hacía. Me iba sola a algún sitio para concentrarme en la obra. Esa situación te da una energía que no tienes en el día a día en el que siempre tienes distracciones.

 

AH – ¿Qué diferencia hay entre el trabajo de autora teatral y el de directora teatral?

MB – Al principio me costaba diferenciar los dos roles, pero ahora hago el esfuerzo de separarlos. Una vez he fijado el texto con los actores, intento centrarme solo en la dirección y tratar el texto como si fuera de otro autor.

 

AH – ¿Ha dirigido obras de otros autores?

MB – Solo una vez. El año pasado en Nueva York que me invitaron a dirigir una obra de Marco Calvani en La Mama Theater en el Off Broadway.

 

AH –¿Cómo se le ocurren temas como el de PLAYOFF?

MB – En este caso fue un encargo directo de la Joven Compañía. Me pidieron una obra para las actrices de la compañía que fuera sobre el deporte. Mi aportación fue que el deporte fuera el fútbol que es el deporte más machista que existe. Un mundo totalmente masculino.

A partir de aquí hice un taller con las actrices. Trabajé mucho con ellas. Escuché lo que querían hacer. Me gustaba la idea de hacerles el papel para ellas como una carta a los Reyes Magos. Para mí era genial saber lo que ellas querían y para ellas era un lujo escribirles el papel que querían interpretar.

Por ejemplo, me decían que habitualmente interpretaban papeles de novia, hermana o hija de y que querían interpretar un personaje que fuera una hija de puta, o que su personaje viviera una historia de amor. A partir de ahí cree 7 personajes para 7 actrices que tienen su arco dramático, su historia, su entidad, sus diferencias y su protagonismo

 

AH – ¿Ha habido diferencias entre trabajar con la Joven Compañía y otras compañías?

MB – Para mí lo que define a esta compañía es el entusiasmo. Me llaman cada día para decirme cómo han ido las funciones, lo contentos que están, lo que han dicho en el coloquio. Esto es así desde el primer momento que les pasé una primera versión del texto por la que también mostraron entusiasmo.

Tienen muchas ganas. No solo las actrices que son jóvenes, que tienen una ilusión distinta de la que tendrían las personas con 50 años que llevasen haciendo esto los últimos 25 años. Aunque el entusiasmo es de todo el equipo de la compañía en la que hay gente de todas las edades.

Es un gusto trabajar con ellos. Si trabajas por encargo, como es el caso, es que de entrada te valoran. Si además de respeto, el trato que tienes es esta ilusión y esta entrega, es un lujo trabajar así

He trabajado supertranquila, con total confianza. Quedaba un mes para entregar y nadie me presionaba. Y eso que no había mucha posibilidad de retraso. Confiaban en que yo lo podía hacer. Ellos me lo encargaron en mayo y tenían que empezar los ensayos como en noviembre o así. No había mucho margen de error.

Cuando te dan margen, te dan confianza en que tú lo puedes hacer bien, se trabaja muy cómodamente. Tu también adquieres confianza. Nada que ver con esos jefes que te gritan, que te meten presión. Yo no funciono así. Así que ha sido un gusto trabajar con ellos.

 

AH – Cuando vio en escena PLAYOFF ¿qué fue lo que más le llamó la atención?

MB – La energía y la entrega que ponen en escena y que mantienen en las dos actuaciones que hacen seguidas por la mañana. Y la dirección de José Luis Arellano que ha hecho una puesta en escena que funciona con los más jóvenes pero que también funciona con los adultos.

 

AH – ¿Hay algún personaje que le gustase más por algún motivo?

MB – Todos tienen algún punto de mi que me interesa. Obviamente el personaje de Mami chupa más de anécdotas mías porque soy madre desde hace tres años.

Pero en general, todos tienen cosas de mi. Creo que es imposible que los personajes no tengan cosas tuyas si tu escritura es honesta y yo, siempre que me pongo a escribir, intento serlo.

 

AH – En la obra hay varios personajes que son lesbianas ¿lo hizo para darlas visibilidad?

MB –Existe el mito de que las mujeres que juegan al fútbol son todas lesbianas. Pregunté a varias jugadoras y me contaron que en un vestuario de fútbol femenino siempre hay algunas chicas que son homosexuales. Yo quería reflejar la realidad de un vestuario femenino así que hice que un par de las chicas fueran lesbianas. Pero mi intención no era dar visibilidad, sino tratar el tema desde la normalidad. Un personaje podría ser homosexual como podría ser heterosexual. No subrayarlo.

 

AH – Todos los personajes son femeninos ¿es una obra también para chicos?

MB – Sí. Y tanto. Es una obra sobre todo para chicos. De hecho la recepción de los chicos es impresionante porque de golpe se meten de lleno en el mundo femenino. Ven de que hablan las mujeres cuando no están ellos. Y esto a los hombres les encanta. Interesa tanto a hombres como a mujeres.

 

AH – ¿Cómo de importante es la comedia para usted?

MB – Para mí la comedia es básica para contar historias. Creo que cualquier historia tiene algo de comedia. Por ejemplo, mi última obra va sobre un caso violencia de género y hasta en esta hay un acto con un poco de comicidad, aunque muy poco porque no todos los temas se prestan a la comedia.

 

AH – ¿Cree que sería importante que incorporásemos más el humor a nuestra vida?

MB – Creo que el humor es necesario, tanto en el teatro como en la vida cotidiana. A veces es difícil reírse de todo, pero se debe hacer el esfuerzo, buscar siempre la parte cómica, aunque estemos viviendo un drama. Y a mí me apasiona buscar esa parte en mis obras. Por eso me salen siempre tragicomedias.

 

AH – ¿Nos tomamos demasiado en serio?

MB – Creo que los teatreros, sí. Y no debería ser así. Darse cuenta que hoy hiciste una obra porque te interesa ese tema, que mañana harás otra y antes hiciste otra. No pasa nada.

En este oficio le damos demasiada importancia a qué pensará y dirá el público y la crítica. A medida que me hago más mayor soy más libre en este sentido y en consecuencia soy más feliz. Hago esto y habrá gente que le gustará y gente que no. Tal vez, dentro de 3 años a mi tampoco me guste lo que he hecho o, al contrario, un texto que ahora no me entusiasma, en unos años, me encantará.

No tener en cuenta la reacción del público ni de la crítica, ni de los amigos, ni de la familia… Ese es mi objetivo, pero es difícil. Cuando lo consiga del todo seré más libre y la libertad es condición indispensable para crear.

 

AH – ¿Es Marta Buchaca una autora en presente?

MB – Sí, totalmente. Siempre hablo de lo que me preocupa en ese momento. Aunque hay dos temas que me tienen obsesionada y salen siempre en mi obra: la familia y la muerte. Tengo una traductora en Grecia que siempre me dice: “Otra obra de familia”.

 

AH – Estos temas son recurrentes también en otras autoras como Carolina África, Lucía Carballal o autores como Fernando Sánchez Cabezudo. Todos tenéis una edad similar, habláis de las mismas cosas o temas, habéis vivido las mismas circunstancias ¿hay una generación teatral en el momento actual?

MB – En Cataluña hay un grupo de autores que compartimos cosas, que somos amigos, hasta hemos hecho una asociación de autores. En el resto de España hay esta sensación pero no sé si hay tanta relación entre los autores.

En Barcelona hubo un boom de autores hace unos años. Pienso que ese boom se está viviendo ahora en Madrid y los centros públicos se están interesando por lo que hacen los autores.

Es evidente que hay una generación de autores que tenemos la misma edad y creo que lo que tenemos en común es que la mayoría escribimos de cosas que todos conocemos y que nos resultan cercanas.

 

AH – ¿A qué se debe ese interés por lo cercano?

MB – Es una cuestión de honestidad. Siempre que doy clases de dramaturgia les digo a mis alumnos que una buena historia es una historia que parte de ti. Aunque hables de una historia que no te ha pasado o de un mundo que no conoces. Como autor hay que preguntarse: “¿qué me habría pasado si yo hubiera estado allí? y ¿qué habría hecho yo?”

Puedes hacer una historia cercana aunque hables de América Latina y no seas latino, si partes de ti. A mi me ha sorprendido la recepción de algunas de mis obras. Pensaba que hablaban de cosas que sólo me pasaban a mí, pero luego las pones en escenas y ves que no es así, que conectan con el público, y eso pasa porque has sido honesta en la escritura.

 

AH – Todos los autores de los que hemos hablado, incluida usted, son autores en los que en sus textos parece que echan en falta algo, que son autores melancólicos.

MB – En mi caso es así totalmente. Como persona yo soy de por sí muy melancólica, muy de pensar en el pasado, muy de comerme la olla, muy emocional. Tiendo esa tendencia horrible que consiste en pensar que el pasado fue mejor. Por suerte, ahora que soy madre eso está cambiando.

 

AH – ¿A qué otros autores incluiría en esta tendencia?

MB – A Pablo Messiez, sus textos tienen siempre algo melancólico.

 

AH – ¿Qué le hubiera gustado que le preguntará en esta entrevista que no le he preguntado?

MB – Cuando tienes un nuevo proyecto que quieres contar y no te preguntan por él. Aunque también pasa lo contrario, que cuando no tienes ningún nuevo proyecto y te preguntan.

 

AH – ¿Cuál es siguiente proyecto?

MB – Una obra con la que me he convertido en productora y que se presentará en el Festival Grec de Barcelona. Es un gran salto pero que me tiene muy contenta y feliz porque se tienen más control sobre la obra y más grados de libertad.

 

AH – ¿Por qué una autora y directora teatral se hace productora?

MB – Hace muchos años que lo quería hacer pero me daba mucho miedo. En este caso he escogido un proyecto muy concreto en el que sabía que no correría riesgos. La prueba está en que ha salido el Grec y una buena temporada teatral en Barcelona. Un proyecto con el que no me la iba a jugar económicamente, algo que no me podía permitir porque no tengo dinero para jugármela. Es lo que tiene escribir teatro [dice riéndose].

Además, tengo la complicidad de dos actrices, Anna Alarcón y Mari Pau Pigem, que han estado en el proyecto desde el primer día. En principio mi intención no es ser productora de todos mis textos futuros, pero me interesaba probarlo. Creo que es importante que el artista también conozca cómo funciona el teatro como negocio.

 

Autor: Antonio Hernández Nieto

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