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Yo, la pieza del puzzle.

Y esta pequeña llama que sostengo entre mis manos soy yo… Con mis virtudes y mis defectos, con mis alegrías y con mis penas, con mis valentías y con mis miedos, soy simplemente yo.

Alguien me ha dicho recientemente que soy una pieza del gran puzzle, una pieza que me he empeñado en cambiar constantemente, pero que es perfecta tal cómo es, simplemente debo encontrar el hueco en el puzzle en el que encajo a la perfección.

Toda la vida modificando la pieza…. y dónde debo focalizarme es en el puzzle….

Esta pieza es perfecta, preciosa, y desprende una llama de luz única. Única porque no hay nadie como yo, única porque soy maravillosa, única porque todos somos diferentes, única porque no hay competencia posible.

Todos somos piezas únicas e irrepetibles que formamos parte del gran puzzle. 

Y no hay que modificar nada de la pieza, no debemos modificarnos, si nos quitáramos nuestros miedos, nuestras imperfecciones, no seríamos como somos, y tal como somos es como nos debemos aceptar.

Qué palabra más importante…. Aceptación. Nos pasamos la vida aceptando a los demás, aceptando el exterior, sin darnos cuenta de que lo más importante es que nos aceptemos a nosotros mismos.Se nos pasa la vida sin darnos cuenta de que lo más importante es que nos miremos al espejo y no nos preguntemos porqué, no nos juzguemos, no nos culpemos… simplemente nos aceptemos.

Y en esas estoy… paso a paso, por esta vida aprendiendo sin cesar para poder dejar lo mejor de mí en este camino.

Paso a paso, como una pequeña llama que sostengo en mis manos, paso a paso como una pieza del puzzle.

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