Hora de salir.
Los zapatos de charol,
la blusa blanca,
esmalte rápido, carmín, fijador,
el pantalón que abre y cierra las cortinas,
cuánta filigrana…
Me cojo el día.
La vida teatral está imposible.
No hay tiempo para modistas,
se escabullen por el escenario después de merendar.
Luces, sí, muchas luces.
Un trébol, un diamante y un corazón
juegan a inventar la noche sin mirarse.
Rojo, rojo, negro.
Pero el as de picas en mi parche
solo sabe bailar.
Llegaré tarde.