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Villon. Burla y provocación como señal identitaria.

El arte tiene como finalidad mostrar. En la literatura este mostrar es comunicativo, hacer entender una visión de la realidad o de la forma de comprender del autor y de la cultura en la que se encuentra inmerso. El mensaje puede ser dirigido incluso hacia sí mismo, como forma de refuerzo de la identidad. En muchos casos el mensaje es simplemente, crear sensaciones aunque sean de sorpresa o malestar si el autor no se siente conforme con lo que le rodea.

Así es la poesía de un autor tan enigmático como controvertido François Villon. En su época, el s.XIII podría haber tenido una carrera próspera y tranquila pero, ese destino no era el que deseaba así que, sus versos se rigen exclusivamente a lo que consideraba de aquellos que le rodeaban. La burla y la provocación hacia cualquiera que hubiera  tenido relación con él quedan plasmadas de sus palabras aunque hábilmente encubiertas.

I

El año cuatrocientos cincuenta y seis,

yo François Villon,estudiante,digo,

bien asentado como veis,

el freno en los dientes,pujante,

que su obra debe uno poner delante de otros,

como Vegecio hace advertencia,

gran sabio romano muy importante,

o, sino,afrontar la inconveniencia.

 

Una de las obras que recoge esta forma de reafirmarse a través de la burla es Legado, utilizando el estilo de los legados de los soldados cruzados antes de marchar a un destino incierto y que él utiliza para una huida de una mujer quizás demasiado insistente por quien debía sentirse hastiado. La lectura de su poesía debe hacerse entendiendo los hechos sucedidos, los lugares que menciona y su relación con todos los personajes que nombra, “destinatarios” de su legado. Sólo así se evidencia como se ríe de forma inteligente de los defectos ajenos, del destino y de su propia fortuna.

François Villon tiene una habilidad especial para criticar los vicios aún cuando los comparte, insultar sin reparo incluso a sus compañeros de fechorías y tratar de salir impune de todo ello. Es un precursor de muchos artistas contemporáneos que utilizaron el arte como provocación.

Su forma de entender la vida como un fluir sin tomar responsabilidades ni mirar atrás, es una adaptación del Carpe Diem latino, sin una justificación de esta carrera hacia ninguna parte. No hay muchas más explicaciones que su propia obra y los registros legales sobre los juicios, penas, indultos… y un final que no conocemos con certeza. Quizás fue eliminado por sus palabras, quizás solo exiliado y dejado a su suerte por resultar molesto.

XL

 Escrito en el tiempo de la dicha edad

por el muy famoso bachiller Villon,

que nunca probó dátiles ni higos,

que está seco y negro como un escobajo,

y no tuvo nunca tienda o pabellón

que dejar pudiera para sus amigos:

solo ya dispone de algunos reales

que sin tardar mucho se le acabarán.

 

Sin embargo, hay una frescura, una originalidad propia del escribir lo que él decidía y no lo dictado por otros (en la época, los poetas vivían cómodamente de alquilar sus servicios) lo que ha hecho perdurar sus versos y que sigan siendo atractivos para los lectores hoy en día. Resulta una mirada cruel, descarnada pero también real de la sociedad francesa del s. XIII donde vivir era una lucha de poder e ingenio por sobrevivir y prosperar, no siempre de la forma más honrada.

Legado bien interpretado, nos sumerge en una sociedad en contradicción, diferente pero, al mismo tiempo, también similar a la actual. Una sociedad en la que las apariencias y los mensajes públicos suelen ser bastante diferentes que los hechos y las conductas que luego se llevan a cabo, una sociedad donde quedan ocultas muchas miserias y actos reprobables y donde el poder  no siempre es otorgado por los méritos.

La provocación artística es un tema común actualmente, donde no siempre es seguro declarar y criticar a pesar de la libertad de expresión y creencias. Sigue siendo una temática recurrente en los poetas que se sienten impelidos a provocar una reacción, un despertar en los lectores. Quizás  no exactamente como Villon en el siglo XIII que lejos de crear conciencia, buscaba reafirmarse y vivir libremente en un momento encorsetado, pero sí con la intención de no perder la esencia en las modas y fórmulas de éxito prefabricadas.

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