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Ciberbullying: Acoso a las YOUTUBERS

«La envidia es aquella pasión que ve con maligna ojeriza la superioridad de quienes realmente merecen toda la superioridad que ostentan»

Adam Smith

 

¿Qué tendrán las youtubers que las convierte en un blanco fácil para el insulto, el desprestigio y la calumnia? ¿Qué las diferencia de otras personalidades populares? Os invito a caminar por los filamentos perversos que teje la envidia en ésta red maravillosa y temible que es internet.

Los hechos

Recientemente se han colado en nuestra televisión a la carta (Youtube) una serie de vídeos incómodos en los que en vez de reír, se llora y que nada tienen que ver con la moda, el estilo de vida, las recetas de cocina o el humor. Se trata de una reacción en cadena iniciada por la blogger Alexandra Pereira en la que se denuncia la exposición durante años al insulto sistemático tanto en su propio canal como en foros ajenos especializados. El foro concreto al que Alexandra (Lovelypepa) alude tenía una trayectoria de 8 años y un hilo (cada hilo es un tema) dedicado a su persona que contaba con 2.800 páginas que atesoran unos 70.000 mensajes con insultos. Ante el éxito de visualizaciones del relato de dicha experiencia, equiparable al merecido poder de influencia de la propia blogger y no sin que la plataforma hubiese recibido previamente quejas de otras influencers y peticiones de que los mediadores mediasen, los responsables han cerrado el foro. Se apaga un fuego después de haber producido muchas quemaduras pero sin ninguna garantía de que no se vuelvan a encender otras hogueras en las que quemar a las inocentes acusadas de brujería. La capacidad de propagación del daño en combinación con la ausencia o ineficacia de los mecanismos reguladores del maltrato en la red provocan en el que sufre un estado de indefensión, frustración y profunda tristeza que puede dar lugar a la propia eliminación como personaje digital y que en casos muy graves ha dado lugar a la propia eliminación como persona real.

El desprestigio sistemático

Por aquello que destacas, es aquello por lo que serás atacado. El físico en su totalidad o partes, la forma de vestir, la orientación sexual, la profesión, la nacionalidad, las capacidades intelectuales, la pareja, todo puede ser objeto de injuria o puede ser invalidado (no vale, está mal). Se puede invalidar con más o menos ingenio según la energía que desee invertir el injuriador o según su coeficiente intelectual. Se puede hacer a través del insulto directo, la amenaza o la creación de motes o nombres que la víctima no ha elegido. “Boca de pato, pelo de perro, travesti, fea, gorda, lesbiana, puta, mentirosa, etc.”

Pero sobretodo, lo que el hater no soporta son los beneficios que el/la youtuber ha obtenido a consecuencia de su actividad. Las youtubers que tienen canales relacionados con la imagen suelen recibir regalos, invitaciones a eventos y oportunidades de colaboración con ciertas marcas. Regalos en ningún caso desinteresados pero que encienden la mecha de muchas ya que los consideran ilegítimos y por los que se las tacha de interesadas, aprovechadas o parásitas.

La reacción de la víctima

La receptora de tales agravios suele sentir en primera instancia vergüenza. La vergüenza lleva a desear que nadie lo vea y que nadie se entere. El miedo a que la calumnia se propague o que las amenazas se hagan efectivas también potencia el silencio. La duda no tarda en aparecer y la víctima se pregunta si serán o no verdad dichas acusaciones. También se puede sentir culpa por haber hecho algo o por no haberlo hecho. Si la acusación se percibe claramente como injusta se puede sentir rabia, una rabia que puede motivar a la acción, expresar una queja, formalizarla en una página o informar a la policía. Pero ésta resultará estéril, lo que devendrá en frustración e indefensión. La indefensión produce tristeza y para no caer en ella muchas chicas se refugian en la positividad y el pensamiento mágico, creen que si no hacen caso el ruido cesará.

Es importante destacar que no estamos ante personas inmaduras o altamente sensibles. La mayoría de influencers son capaces de admitir y tolerar cierto grado de crítica o la crítica en determinadas condiciones. El maltrato radica en la extralimitación de toda barrera ética y su perpetuación en el tiempo.

Los 3 argumentos del hater

  • No la estamos maltratando, estamos opinando: el hater al acto de maltratar lo llama opinar y al insulto vejatorio lo llama opinió Opinar es una de las acciones a través de las que opera el derecho fundamental a la libertad de expresión. Ante esta confusión entre la libertad de expresión y la libertad de insulto el hater considerará que está haciendo uso de su pleno derecho y a limitar ese derecho, lo llamará censura. Se desconoce el hecho de que en lógica lo único que tiene valor son los argumentos fruto de un proceso crítico reflexivo que ayuden a aumentar el conocimiento sobre un tema. Las opiniones gratuitas carecen de valor. También se olvida el derecho del otro a proteger su honra y reputación.
  • Es ella la que se expone a las críticas y se está beneficiando de su posición pública: es decir que se responsabiliza a la víctima de su propio maltrato porque ella ha elegido ser una figura pú El razonamiento es perverso y se parece al que haría el usuario de un prostíbulo que creyera que tiene derecho a pegar y herir el cuerpo de la prostituta porque lo ha comprado o porque ella se lo ha vendido.
  • Todas las opiniones son legítimas sin excepción: Es la falacia relativista que se contesta respondiendo que si todo es legítimo, nada lo es. Lo que define que existan opiniones legítimas es la existencia de opiniones que no lo son, se llaman insultos. Esa línea no la distinguen, así como el eyaculador precoz no identifica el punto de no retorno que le va a llevar indefectiblemente al orgasmo y por eso no puede controlarlo.

 

El sustrato psicológico del fenómeno; la envidia

 Si hay algo que el hater jamás admitirá es que la pasión que motiva su conducta es la envidia. ¿Por qué? porque como decía Napoleón, la envidia delata nuestro sentimiento de inferioridad. Las youtubers de moda representan un modelo homogéneo de feminidad. Son guapas, estilosas, sanas, están insertadas en el sistema, son aceptadas y reconocidas, tienen trabajo, son positivas, les hacen regalos, son felices, tienen novios y los presentan (las haters dirían “nos lo restregas”). La crítica es el acto mediante el que se expresa la frustración de no pertenecer a ese modelo, ya sea porque nunca han pertenecido o porque lo han intentado y han fracasado. Atacando a la influencer se consigue reducir la distancia con ella, al menos en apariencia (ahora las dos estamos mal). Tendrás todo eso, pero deberás pasar por la piedra, recibir tu castigo, pagar el peaje.

¿Y por qué el ensañamiento es mayor con ellas? Porque son próximas. La premisa de youtube es como el sueño americano “cualquiera puede subir videos”. Sara Carbonero o Paula Echevarría solo tenían 800 páginas en aquel foro siendo famosas estándar, pero resultan menos odiosas porque sus vidas son inalcanzables. Cuando alguien ve a otro demasiado lejano no puede envidiarlo. Así que ante cada vídeo o post nuevo es fácil pensar ¿y por qué yo no?

Elia Quiñones

Psicóloga, terapeuta sexual y de pareja

www.eliaquiñones.com

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