Nuestro cuerpo acumula más grasa que el de nuestros abuelos y padres, pero tiene fácil solución. Además de hacer algún ejercicio físico, basta con cenar antes y desayunar un poco más tarde.
Nuestro organismo sigue, como verás en las páginas siguientes, dos fases muy concretas: la primera, de asimilación de nutrientes; la segunda, de limpieza de desechos. Cuando no damos tiempo a que esas fases se completen (por comer demasiado y demasiadas veces en un día) no se produce “esa limpieza” y la acumulación de grasa se da más fácilmente. Así de simple.
Cómo acabar con esta tendencia
La solución pasa por “romper” de vez en cuando el ritmo de comidas y de ejercicio para dejar que tu cuerpo recupere su equilibrio. Dicho así, parece difícil de conseguir, pero con esta propuesta comprobarás que es mucho más sencillo de lograr. En esta dieta vas a encontrar:
• La explicación de las dos fases naturales de acumulación y quema de grasas. Con esta información entenderás mejor tu cuerpo.
• Qué hacer para que tus reservas de grasa sean las justas y necesarias para no enfermar, evitando los antiestéticos michelines, sobre todo en el abdomen y a ambos lados del cuerpo.
El término “ayuno” suele asustar un poco, sin embargo tú –y todos– hacemos un ayuno intermitente de forma natural. Cuando duermes, tu organismo no recibe alimento alguno y ese ayuno se prolonga, a veces, durante más de 12 horas.
Tras haber analizado multitud de estudios al respecto (algunos de ellos publicados, por ejemplo, en la prestigiosa revista British Jorunal of Diabetes and Vascular Diseaes), te proponemos en esta ocasión un semi- ayuno intermitente.
• Pero no esperes encontrar una dieta “bárbara” que consiga resultados en un día. No es eso. Como verás en las páginas siguientes, te proponemos una “combinaciónd e ritmos” que logrará que pierdas –más peso de lo habitual, eso sí– pero de forma saludable.
• Al reducir la ingesta durante un día –y lo haremos de manera que no tengas sensación de hambre– tu metabolismo tiene que readaptarse para metabolizar esas calorías de manera diferente y cubrir, con ellas, sus necesidades diarias.
• Ese pequeño esfuerzo interno que tú ni siquiera percibirás es lo que favorece una mayor quema de calorías provenientes de las grasas almacenadas.
Ten en cuenta…
Esta dieta funciona siempre que la combines con un estilo de vida saludable. Así, adelgazarás y además toda tu salud mejorará.
–Si de vez en cuando alargas el ayuno nocturno (pasa más tiempo entre la cena y el desayuno), tu cuerpo elimina mejor las grasas sobrantes.
LAS VENTAJAS
Por qué variar ahora el ritmo de las comidas
• Quemas más grasas. Al dejar pasar más horas entre la cena y el desayuno siguiente (solo 2 días alternos a la semana) el organismo tiene que recurrir a las reservas de grasa para conseguir energía.
• Hay menos riesgo de diabetes. Diferentes estudios demuestran que ese ayuno intermitente reduce la resistencia a la insulina, es decir, resulta útil para tratar la prediabetes.
• Mejora tu metabolismo. En concreto es lo que se conoce como salud metabólica porque mejora los marcadores de riesgo de enfermedades metabólicas.
• …Y tu salud “cardio”. Disminuye los niveles sanguíneos de colesterol malo o LDL, de los triglicéridos y de la proteína C reactiva. Por todo ello, reduce el riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular.
• Te mantienes más joven. Por si fuera poco, el ayuno intermitente favorece la longevidad (al ajustar las calorías).
CONOCE TU ORGANISMO
¿NO LOGRAS ADELGAZAR?
El organismo humano está diseñado para comer… y gastar. Sin embargo, no le damos la oportunidad de quemar lo ingerido y las reservas se acumulan.
Muchas mujeres, a pesar de seguir una dieta hipocalórica, no logran adelgazar a buen ritmo. Si es tu caso, es muy probable que tu organismo esté saturado y por ello no “quemas” lo que te sobra a la velocidad que deberías. Pero puedes remediarlo.
Cómo puedes empezar a perder
Es posible que si tu dieta es muy calórica y abundante (con cenas tardías y desayunos tempranos) estés sin comer un periodo de tiempo corto. Esto hace que los procesos de limpieza no se completen del todo y que las reservas energéticas no se movilicen (no se queman). En la página siguiente encontrarás, de una forma visual, una explicación sencilla de las fases básicas del metabolismo. Pero en resumen, te proponemos 3 acciones concretas que lograrán que tu cuerpo se deshaga de lo que le sobra.
• Menús muy ligeros 2 veces por semana. Durante esos días la ingesta calórica será menor a la habitual –de unas 800 kcal–, pero no temas porque no pasarás hambre. Esos menús también están pensados para proporcionarte los nutrientes que necesitas. Y permitirán a tu organismo eliminar sobrantes de manera fácil.
• Un mayor periodo de ayuno por la noche. Muchos lo llaman semi-ayuno, pero el objetivo es el mismo: aumentar el tiempo sin comer para lograr que el cuerpo “limpie”.
• Ejercicio a diario pero variando el ritmo. Así sorprendes a tu organismo, que tiene que hacer un esfuerzo para adaptarse. E incluso en ese esfuerzo mínimo quema más calorías. Como ves, lo importante es conocer tu cuerpo y saber cómo hacerlo reaccionar.
Potencia el gasto calórico
Toma a diario alimentos termogénicos
Hay ingredientes considerados quema-grasa porque favorecen la aceleración del metabolismo. Combinados con una dieta hipocalórica, son de gran ayuda.
• Si los incluyes en tus menús de manera frecuente, ayudas a que tu organismo se deshaga de esa grasa resistente que hasta ahora no ha desaparecido.
Pimienta
Esta especia en pequeñas dosis facilita la combustión de las grasas y además te ayuda a mejorar la digestión.
Jengibre
Su consumo puede aumentar el metabolismo (y la quema de calorías) un 20%, según un estudio chino.
Curry
Lleva cúrcuma, que eleva la temperatura corporal, acelerando el metabolismo. Además, contiene pimienta.
Mejora la quema de grasas
Las 2 fases básicas del metabolismo que hay que entender y completar
Cuando comes demasiado y muy seguido tus reservas energéticas van aumentado y tu cuerpo se va ensanchando.
ACUMULACIÓN
Etapa de Anabolismo (justo al terminar de comer)
–Se digieren los alimentos. El intestino se encarga de absorber los nutrientes que aportan esos alimentos y el hígado comienza a metabolizar determinadas sustancias para, luego, pasarlas al torrente sanguíneo.
–La sangre recibe los nutrientes y el organismo los distribuye a todas las células, que los utilizan para mantener su correcto funcionamiento.
–Los hidratos se acumulan en el hígado y en los músculos en forma de glucógeno. También bajo la piel y en el abdomen en forma de grasa. Así, el cuerpo se asegura que tiene energía por si no dispone de comida en unas horas.
LIMPIEZA
Etapa de Catabolismo (a las 6 horas de haber comido)
–En esta fase, la energía que antes se ha acumulado se gasta. El intestino ya no absorbe más nutrientes y las reservas están al máximo.
–Tiene lugar también un proceso de limpieza de las toxinas y desechos generados durante la digestión.
–Cuando no dejamos pasar esas 6 horas, la limpieza no se puede completar del todo y las reservas energéticas no se movilizan (no se queman).
–El objetivo de esta dieta es que sí se produzca esa depuración (que pasen esas 6 horas): las reservas energéticas se irán gastando a medida que lo necesites y dejarán de acumularse.
EMPIEZA A QUEMAR LO QUE TE SOBRA
Cómo hacer esta dieta
Esta dieta bien hecha te ayuda a eliminar toxinas, a activar el metabolismo y a perder peso. Pero es esencial que sigas los pasos para que sea eficaz.
El ayuno intermitente es un patrón de alimentación en el que se alternan ciclos de ingesta con otros de ayuno. Pero ¡ojo!, no se trata de un ayuno prolongado a lo largo de varios días, sino de…
• Interrumpir de vez en cuando la frecuencia de las ingestas para darle el tiempo suficiente al organismo y que de este modo pueda completar los procesos de eliminación de toxinas, reparación celular y movilización de las grasas acumuladas (reservas energéticas).
• Cuando estás bien alimentada, tu cuerpo puede aguantar periodos de ayuno de hasta 24 horas sin problema alguno, de forma segura. Durante este periodo de tiempo en el que no tomas alimentos, el cuerpo recurre a sus reservas para usarlas como fuente alternativa de energía y así seguir funcionando con normalidad.
Es importante entender bien que se trata de un “ayuno intermitente”, ya que no es lo mismo (ni tiene los mismos efectos) ayunar 12 o 16 horas (está demostrado que es completamente seguro) que hacerlo 3 o más días.
Beber agua es aún más importante ahora. Es básico que, durante el periodo de ayuno (tras la cena, por ejemplo) bebas agua, infusiones sin edulcorar y otras bebidas sanas que no sumen demasiadas calorías. No solo mantienes bien hidratado el organismo sino que, al beber, estás favoreciendo que elimine sus desechos.
–Tomar menos calorías 2 días a la semana (que no sean seguidos) y hacer un ayuno controlado ayuda a perder peso.
Ten en cuenta…
Errores en los que puedes caer
A menudo las dietas no funcionan porque no se cumple con los “compromisos”, pero a veces el problema es el contrario: exigirnos demasiado.
A. Pensar que es difícil de seguir
Se trata solo de “romper el ritmo” al que estás habituada.
• Ten en cuenta que, de hecho, ya ayunas todos los días… al dormir. A veces basta con prolongar un poco más el tiempo sin comer.
B. Optar por no comer nada
Con esta propuesta solo se reduce parte de las calorías de una dieta normal 2 días por semana. • En las próximas páginas te proponemos menús que se adaptan a esta condición.
C. Seguir la dieta cuando no conviene
No restrinjas tu dieta en días de mucha actividad, ni tampoco si tu salud es débil.
• Evítala en caso de embarazo o lactancia. Y si sufres alguna enfermedad, consulta con tu médico.
1. Reduce calorías
Aligera tus menús 2 veces por semana
Puedes conseguir un menú de 600-800 calorías equilibrado y sano sin necesidad de contar calorías. Para ello:
• Empieza con un desayuno ligero (café con leche o infusión, tostada de pan integral con requesón y una fruta).
• En las comidas toma raciones pequeñas y no tomes postre (en su lugar toma alguna infusión sin edulcorar o café).
• El resto del día prescinde de los alimentos calóricos.
2. Espacia las comidas
Así se hace un “ayuno controlado”
12 horas de ayuno mientras duermes
Si un día de vez en cuando tomas menos calorías y alargas el tiempo sin comer (entre 12 y 14 horas), favoreces la eliminación de las sustancias de desecho y facilitas que se movilicen (y se gasten) las reservas de grasa.
Al estilo anglosajón
En lugar de comer continuadamente sin darle un respiro a tu organismo para que pueda “limpiar” bien los desechos de lo que comiste antes, de vez en cuando…
• CENAS UN POCO ANTES. Durante los días de “ayuno controlado” deberías dejar de comer (pero no de beber) a partir de las 19-20 horas, tal como hacen en los países anglosajones. Puede resultarte más fácil hacerlo en fin de semana.
• DESAYUNAS MÁS TARDE. Deja pasar entre 12 y 14 horas para tomar el desayuno (sin olvidar mantenerte hidratada). Es decir, si la última comida la haces a las 19 horas, lo mejor sería que no desayunases hasta las 9 de la mañana.
Por qué no te proponemos un ayuno completo
Hay dietas estrictas que plantean ayunar durante varios días, pero hacerlo puede no ser seguro para tu organismo.
La salud se puede resentir.
Uno de los mayores riesgos cuando se hace un ayuno de forma más drástica y prolongada (como proponen muchas dietas radicales y estrictas para adelgazar) es caer en deficiencias nutricionales que ponen en riesgo la salud.
• Si te encuentras mal, te sientes cansada, te mareas… abandona el ayuno. Y ante la duda, consulta con el médico.
El metabolismo se ralentiza.
Otro efecto indeseable de los ayunos prolongados y sin control es que el
organismo puede ralentizar el metabolismo, lo que provoca que al cuerpo le cueste “quemar” todavía más.
• Esto ocurre a partir del tercer día realizando el ayuno. El organismo interpreta que no hay alimento disponible y decide ahorrar energía como medida de prevención.
Se presenta el efecto yoyó.
Es una consecuencia de que el metabolismo se ralentice.
• Cuando esto ocurre, en lugar de quemar las grasas acumuladas, tu cuerpo gasta menos energía de la que gastaba antes. Y esto te lleva a que, cuando retomas tu dieta normal, engordas con mayor facilidad. Por eso se produce el conocido e indeseable efecto yoyó.
Da el empujón definitivo a tu metabolismo
3. Ejercicio diario
Apúntate al ritmo intermitente
Se ha demostrado que ir cambiando la intensidad del ejercicio mientras se realiza ayuda a activar el metabolismo. Aplícalo a tus caminatas ¡y triunfa!
Correr a una velocidad continua no siempre da los resultados que se espera: adelgazar más rápido o quemar más grasa. Sin embargo, hay otro tipo de ejercicio que puede lograr, junto con la dieta intermitente que te hemos propuesto en las páginas anteriores, que tu figura cambie con mayor rapidez de lo habitual pero sin perder la salud en el intento. Se trata del ejercicio de ritmo variable.
• En qué consiste. Se basa en introducir “picos” de alta intensidad (intercalados con un ritmo normal). Se ha demostrado que así la combustión de las grasas se mantiene activa y sigues quemando cuando bajas el ritmo.
Lo notarás sobre todo en la barriga
Un estudio publicado en “Journal of Obesity” demostró que los ejercicios de intensidad variable eran más eficaces para perder grasa que los de intensidad regular, y que los efectos eran más notables en la zona abdominal.
La caminata “perfecta” para quemar más
Alternar tramos de 5 minutos a paso normal con otros a un ritmo rápido (hasta llegar a 30 min) te permitirá quemar más. Hazlo 3 veces por semana.
Calentamiento. Antes de empezar, recorre unos metros en cuclillas. Después camina elevando las rodillas de forma alterna y avanza un tramo más llevando los talones al glúteo, también de forma alterna.
Tramos lentos. Durante los tramos de caminata lenta procura llevar un ritmo que te permita mantener una conversación al andar pero debes notar que tu cuerpo entra en calor. Eso significa que está “quemando”.
Tramos rápidos. No subas el ritmo bruscamente. Ve incrementándolo paulatinamente. Una vez alcanzada la velocidad deseada (debe ser como una marcha), mantenla en todo el tramo.
Antes de empezar calienta durante 5 minutos
30 minutos al día en total
Inicio
5 minutos caminata lenta +
5 minutos caminata rápida +
5 minutos caminata lenta +
5 minutos caminata rápida +
5 minutos caminata normal
• Dedica unos minutos a estirar la musculatura al finalizar la caminata.
Y además
Cambios de intensidad en otros ejercicios
• Bicicleta. Lo ideal es que intercales 10 minutos a ritmo normal con tramos de 3 min. a ritmo elevado.
• Aeróbic. Haz 5 minutos de ejercicio intenso y 1 min. de sentadillas, 5 más intensos y 1 minuto de pesas.
• Carrera. Ve aumentando el ritmo paulatinamente e intercala tramos de 60 segundos corriendo rápido.
• Gimnasia. Entre ejercicio y ejercicio haz 1 minuto de carrera estática (correr sin desplazarte).
Menús del mes
Dieta quemagrasa
Los días “bajos en calorías” (los subrayados) cena a las 20 h y al día siguiente desayuna tarde.
Desayunos y tentempiés
Opción 1
Desayuno:
Infusión sin edulcorar
Copos de cereales integrales con uvas pasas y bebida vegetal • Zumo de naranja casero
Media mañana:
Yogur desnatado con un puñado de nueces
Merienda:
Tostada integral con tomate, aceite de oliva y jamón ibérico
Opción 2
Desayuno:
Café con leche desnatada
Medio sándwich integral con vegetales y queso fresco
Kiwi
Media mañana:
Dos o tres galletas integrales y una onza de chocolate negro
Merienda:
Batido de plátano con bebida vegetal y un puñado de almendras
–Cuando tomes los menús poco calóricos, bebe agua, infusiones sin edulcorar o caldos vegetales
Día 1
Comida: Ensalada de lentejas y vinagreta de limón • Pechuga de pollo al ajillo con champiñones y pimentón • Yogur desnatado
Cena: Salmorejo con picadillo de verduras • Sardinas en papillote con puerros y limón • Melocotón al horno con canela
Día 2
Comida: Ensalada de rúcula, tomate y queso fresco • Merluza en papillote con patata, zanahoria, puerro y limón • Infusión
Cena: Crema de apio y coliflor con caldo vegetal y avena • Huevo a la plancha con espárragos y pimientos verdes • Infusión
Día 3
Comida: Canelones de espinacas con requesón y piñones • Conejo al horno con alcachofas y tomillo • Piña natural
Cena: Ensalada caprese con rodajas de tomate, queso fresco, sandía y albahaca fresca • Calamares en su tinta con arroz salvaje • Uvas
Día 4
Comida: Ensalada de garbanzos con alcaparras y virutas de bacalao • Dorada al horno • Batido de frutos rojos y yogur
Cena: Crema de calabaza con puerro, caldo vegetal y perejil • Tosta integral con revuelto de cebolla, calabacín y gambitas • Ciruelas
Día 5
Comida: Ensalada de cebolleta, tomate y pepino con vinagreta de menta • Brocheta de pavo a la plancha con salsa de soja y arroz salvaje • Infusión
Cena: Crema de puerros, patata y zanahoria con caldo y perejil • Pescadilla al vapor con brócoli y limón • Infusión
Día 6
Comida: Alubias blancas estofadas con verduras y curry • Lomo de salmón con col salteada con uvas pasas y almendras • Yogur
Cena: Judías verdes con patata, ajo y pimentón • Hamburguesa casera de pavo con salsa de champiñones • Manzana asada con canela
Día 7
Comida: Ensalada de berros con papaya, nueces y aguacate • Pollo con arroz integral y uvas pasas • Granizado de sandía
Cena: Rollitos de berenjena rellenos de espárragos verdes y requesón • Tortilla de acelgas con pimentón y tostada integral • Melocotón
Día 8
Comida: Ensalada de tomate y rúcula con vinagreta de melocotón y albahaca • Marmitako de caballa (con patata, verduras y guindilla) • Piña natural
Cena: Crema de guisantes con puerro, patata, caldo vegetal y pimienta • Merluza al horno con cebolla y vino blanco • Yogur
Día 9
Comida: Ensalada de canónigos con maíz dulce y queso feta • Conejo al horno con champiñones, tomillo y pimienta • Infusión sin edulcorar
Cena: Tosta integral con escalivada • Huevo a la plancha con judías verdes rehogadas con ajo y pimentón • Infusión
Día 10
Comida: Garbanzos con acelgas, tomate y pimentón • Bacalao con espárragos verdes y chips de alcachofa • Batido de mango con yogur desnatado
Cena: Canónigos con pera, uvas pasas y nueces • Muslos de pollo al horno con patatitas y champiñones • Ciruelas
Día 11
Comida: Pasta fresca rellena de setas con salsa de tomate y pimienta • Mejillones al vapor con hortalizas y limón • Zumo de melón con menta
Cena: Gazpacho de remolacha cocida • Tortilla de champiñones, pimiento y espárragos • Requesón con uvas
Día 12
Comida: Sopa fría de pepino y yogur desnatado con menta fresca • Pollo con alcachofas y arroz integral • Infusión sin edulcorar
Cena: Espinacas salteadas con uvas pasas y piñones • Rape con almejas y patata en salsa marinera • Infusión sin edulcorar
Día 13
Comida: Verduras a la parrilla con salsa de mostaza • Albóndigas de pescado blanco con champiñones y salsa verde • Melocotón
Cena: Ensalada de remolacha y zanahoria con lechuga y manzana • Huevo al plato con berenjena y tomate y una tostada integral • Yogur
Día 14
Comida: Tartar de lentejas y aguacate con tomate, cebolleta y zumo de limón • Solomillo de pavo al horno con ciruelas, piñones y uvas pasas • Yogur
Cena: Crema de judías verdes con cebolla y pimentón • Boquerones al horno con “papas aliñás” • Brocheta de melón y sandía
Día 15
Comida: Ensalada de canónigos y rúcula con germinados • Fideuá integral con verduras y marisco • Piña al horno con canela
Cena: Sopa de pescado con algas y arroz integral • Pechuga de pollo a la plancha con ajo y perejil y pimientos del padrón • Yogur desnatado
Día 16
Comida: Espaguetis integrales con berenjena, salsa de tomate y orégano • Conejo encebollado al curry y ensalada variada • Batido de melocotón y yogur desnatado
Cena: Coliflor y patata con ajo, cebolla y tomate • Tortilla de cebolla y pimientos • Pera asada a la canela
Día 17
Comida: Wok de verduras de temporada con salsa de soja • Gambas a la plancha al jengibre con arroz salvaje • Infusión
Cena: Barquitas de endivia con guacamole • Hamburguesa de garbanzos y calabacín con champiñones • Infusión sin edulcorar
Día 18
Comida: Alubias rojas con col, cebolla y pimentón • Muslos de pollo con setas y espárragos verdes a la mostaza • Higos frescos con yogur
Cena: Cogollos de lechuga con picadillo de aguacate, cebolleta y tomate • Pescadilla al horno • Uvas
–La piña fresca contiene bromelina que ayuda en la digestión
Día 19
Comida: Ensalada con lechuga, tomate, cebolla, pimiento, queso feta y aceitunas • Lubina al horno • Sorbete de melón y pera
Cena: Alcachofas al vapor con vinagreta de limón • Huevo al plato con acelgas, patata, salsa de tomate y pimentón • Yogur
Día 20
Comida: Sopa de ave con algas y juliana de verduras • Pechuga de pollo a la plancha con quinoa, puerro y calabacín al curry • Infusión sin edulcorar
Cena: Carpaccio de tomate y pepino con vinagreta de queso feta • Pulpo a la gallega • Infusión
Día 21
Comida: Lentejas con calabaza, judías verdes, tomate y curry • Salmón en papillote con verduras • Frutas con yogur y canela
Cena: Crema de calabacín y zanahoria • Tosta integral con berenjena y pimientos • Ciruelas con acelgas y tostada integral • Yogur
Día 22
Comida: Ensalada de hortalizas con cuscús integral y vinagreta • Brocheta de pavo y piña con salsa de soja y champiñones • Zumo de sandía y limón
Cena: Rollitos de col rellenos de arroz integral • Sardinas al horno y espárragos a la plancha • Yogur
Día 23
Comida: Ensalada de col lombarda con rúcula, manzana, nueces y salsa de mostaza • Caballa al horno con patata y verduras • Granizado de melón
Cena: Gazpacho de sandía con virutas de jamón • Tortilla de espinacas con tostada integral • Yogur desnatado
Día 24
Comida: Brócoli al vapor con sofrito de ajo y tomate • Conejo al horno con guarnición de verduras y cuscús al curry • Infusión
Cena: Cogollos de lechuga con salsa de yogur y pimentón • Lomo de lubina al horno con verduras y media patata • Infusión sin edulcorar
Día 25
Comida: Garbanzos con verduras al tomillo • Albóndigas de bacalao con salsa de tomate y guindilla • Yogur con frutos rojos
Cena: Sopa de ave con verduras, algas y fideos integrales • Hamburguesa de pollo, cebolla y ensalada • Melocotón
Día 26
Comida: Macarrones integrales con tomate, aceitunas y anchoas • Pechuga de pavo, calabaza y uvas pasas al curry • Piña
Cena: Berenjena rellena de espinacas, cuscús integral y tomate • Merluza al vapor con rúcula y espárragos trigueros • Requesón con uvas
Día 27
Comida: Sopa de melón, yogur desnatado y virutas de jamón • Merluza con espárragos verdes y puré de manzana • Infusión
Cena: Alcachofas con guisantes y tomate • Tosta integral con revuelto de champiñones y cebolla roja • Infusión
Día 28
Comida: Alubias blancas estofadas con puerros, almejas y pimentón • Muslitos de pollo con verduras • Milhojas de sandía, requesón y albahaca
Cena: Crema de alcachofa con puerro, patata, caldo y tiritas de jamón • Sardinas a la plancha con tomate aliñado • Ciruelas
Día 29
Comida: Risotto integral de calabaza y espárragos verdes al curry • Sepia a la plancha con ajo y perejil • Gelatina casera de higos frescos
Cena: Rollitos de calabacín rellenos de queso fresco y uvas pasas • Tosta con pisto de berenjena y huevo a la plancha • Pera
Día 30
Comida: Ensalada de canónigos con sandía, aguacate y queso feta • Pechuga de pavo al estragón con patata y espárragos trigueros • Piña natural
Cena: Alcachofas con mejillones al vino blanco • Hamburguesa de pescado blanco con salsa de tomate • Melocotón
–Las verduras son esenciales durante los días bajos en calorías porque aportan fibra, que sacia y ayuda a no pasar hambre
–Las ciruelas son anti-estreñimiento y evitan la retención de líquidos, por lo que te deshinchan