Estás viva en mi corazón y escucho tus risas, tus llantos…
Dibujo tus sueños no vividos, y me acompaña siempre tu mundo interior; ese mundo increíble que me regalaste y al que no muchas personas lograron entrar.
Te has mudado de planeta, de Universo, de realidad… pero sigues teniendo un lugar propio en mi corazón.
Seguimos siendo amigas, siempre lo fuimos, siempre lo seremos…¡Amigas para siempre!
Nada se ha acabado, simplemente todo se ha transformado, ahora que te has elevado puedes contarme historias de mariposas, de alas, de vuelos, del cielo, de las alturas, de Dios…
Tu generosidad ya no tiene fronteras, tu amor se esparce y me acompaña cada día.
Gracias por las infinitas veces que me hiciste sentir especial.
Gracias por comprenderme cuando a veces ni yo misma lograba hacerlo.
Gracias porque creías en mi de forma total.
Gracias por ser una guardiana de mis sueños.
Gracias porque siempre que necesitaba una mano, tú me dabas las dos.
Gracias por haberte cruzado en mi camino y hacer de la amistad algo sagrado.
Gracias por esos tomates con orégano que solo tu sabías prepararme.
Gracias por el te frío que tenías siempre para mi en tu nevera,con mucho limón porque sabías que sin ese toque no me gustaba tanto.
Gracias porque siempre me regalaste momentos únicos, tenías la capacidad de borrar el tiempo.
Gracias por compartir conmigo las canciones que te hacían volar; hoy vuelo con ellas y te busco para que cantemos juntas.
Gracias por enseñarme el significado de bondad.
Gracias por ser un pilar en mi vida.
No sé cuánto tiempo más estaré por aquí, ¿acaso alguien lo sabe?, pero aprovecho para decirte “Gracias”. Porque cuando me toque hacer la “mudanza”, se que estarás allí con tus brazos abiertos…y seguramente tendrás preparados unos tomates con orégano y un té frío con ¡mucho limón!