Despedir es volver a comenzar; así como el día se despide al llegar la noche, pero vuelve su retorno en el amanecer; despedir es reintentar; así como el ebrío dice adios a su última copa para darle paso a una vida de eterna sobriedad; despedir es reaprender; como el sabio que toma la experiencia para hacerla virtud en su pensamiento.
Así despido este tiempo vivido para comenzar, para reintentar, para aprender nuevamente; tiempo valeroso de sueños cumplidos, de acertadas equivocaciones, de libertades obtenidas, de conquistas realizadas; de ilusiones sentidas y amores perdidos. Así despido estos días de sonrisas expresadas, de inevitables desastres ; de trabajo arduo, de momentos compartidos y cargas obtenidad.
Dejo atrás los pesados equipajes que acompañaron este viaje, dejo atrás mis pies cansandos, dejo atrás mis soledades, dejo atrás mis cien pesares, dejo atrás las frías noches y la incansable espera.
Recibiré nuevos respiros, seré propósito de triunfo, seré siembra, fértil semilla en vidas; seré caricia a la piel, seré como agua a la sed y la paz a la angustia. Seré sonrisa al llanto y alegría a la pena; seré juguete al niño, abrazo a la soledad y pluma a la letra.
Recibo este nuevo tiempo, seré tu felicidad y serás la mía; continuidad de sueños y sonrisas compartidas; más no dejaré de añorar por causa de los recuerdos.
“Despedir cada año, es volver a comenzar a caminar en tu camino”
SDS