Tuve una relación muy tóxica a mis 24, lo cual era nuevo para mí, porque hasta ese momento nunca había tenido una relación así de conflictiva.
El inicio de esta relación coincidió con una etapa muy complicada a nivel familiar, no sé si eso me puso más vulnerable, pero finalmente Generé o mejor dicho Generamos una relación poco sana (ojo, asumo por completo mi responsabilidad, pero en toda relación hay un enganche y es de dos).
De pronto me volví completamente dependiente de él y él adopto un rol de mando y control, en el cual se engrandecía mientras a mí me hacía sentir cada vez más insignificante. Me convertí en una mujer que ni yo, ni mi familia, ni mis amigos reconocían: insegura, temerosa, celosa, paranóica, entre tantas otras cosas.
Un día me desperté y vi a mi mamá echada en la cama igual o peor que yo (recuerden que pasábamos por un momento terrible a nivel familiar) y esa imagen depresiva se me quedó grabada en la cabeza. Me aterré, porque ¡Yo no quería eso para mi futuro!
Desde ese momento comencé mi proceso de “Detox Relacional”, el cual empezó por poner el foco de atención en mí misma y no en él. La pregunta ya no era: ¿Por qué él me trata así?, sino ¿Por qué dejo que me traten así?, ya no era ¿Por qué no me ama como yo lo amo? sino ¿Por qué acepto ese tipo de amor?. A partir de entonces me di cuenta que no era ÉL a quien yo tenía que cambiar, sino era YO la que debía dejar de aguantar.
Es así que inicié, pero principalmente mantuve, mi proceso de “detox relacional”, y enfatizo lo de mantener, porque ya lo había intentado 2 veces.
Fue un trabajo diario, en el que me recordaba que ya había tenido el corazón roto y que éste se repone, incluso se vuelve más fuerte. Poco a poco y un día a la vez me fui reforzando que se puede estar triste, ansiosa, pero bien, por priorizarte, y que esto siempre es mejor a sentirte triste, ansiosa y denigrada.
No existen batidos mágicos en base a plantas del amazonas que te curen el mal de amor, no existe ningún ritual chamánico que te libere de tus propios demonios, ni gimnasio que te saque las fuerzas para sentirte empoderada.
Así como los “Detox” de un día no sirven, querer eliminar el dolor en un día tampoco es posible. Implica un cambio de estilo vida que tiene a la base: tu valor, tu merecimiento y tu deseo.
¿Cuánto me duró ese proceso?: La parte dura unos meses… el “mantenimiento” hasta ahora.