Steve Jobs cambió el mundo ofreciendo a la humanidad una revolución comunicativa a niveles nunca vistos.
La información, la comunicación es instantánea.
El mundo se ha vuelto completamente plano y las posibilidades educativas, profesionales y de comunicación han ido en aumento gracias a los teléfonos inteligentes y los tablets.
Están con nosotros las 24 h.
Escuchamos música, hacemos fotos, leemos prensa, redes sociales y millones de apps que nos hacen estar entretenidos e informados. Jobs quería crear un objeto con vida que fuese una extensión del ser humano. Y lo consiguió…
Como todo ser humano tiene su parte oscura. Nos ha cautivado a unos niveles asombrosos. No podemos desprendernos de estos aparatos de una forma tan fácil. Cuando lo pierdes, lo olvidas o no lo encuentras es un drama, un verdadero drama… La ansiedad nos invade por el simple hecho de estar desconectados de un mundo onírico, de sueños en el cual vamos experimentando millones de sensaciones diferentes mediante la información, los juegos etc.
Los niños, adolescentes, jóvenes, maduros están todos cautivados.
La tercera edad nos observa estupefacta. ¿Cómo podemos dedicar tantas horas a tener la cabeza agachada mirando a ese aparatito tan minúsculo?
Lo confieso: Yo también he caído en la tentación y me cuesta verdaderos esfuerzos estar desconectada un solo día. ¿Estaré enfermando? O ¿ya estoy enferma?
Jobs era un visionario, un genio……Supo expresar en un aparato la intimidad de nuestro deseo de ausentarnos. El sabía que había venido a hacer algo grande, que tenía una misión y no estoy segura de si fue premeditado o no, quizá se creía un dios cuando a su empresa le puso el nombre de APPLE
Curioso simbolismo no? La fruta prohibida… que además en el logotipo aparece mordida
Génesis 1:16: El Señor Dios dio al hombre este mandato: “Puedes comer de todos los árboles del jardín, pero de árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás….
Según la biblia la serpiente (Satanás) convenció a Eva para que probase la manzana.
Ella le dio ese fruto también a Adán. Dios se pilló un mosqueo espectacular y los echó a los dos del paraíso…
Resumiendo:
Habéis cometido el pecado de probar la manzana o algún derivado modificado bajo el nombre de otra marca y no estabais preparados para asimilar la ciencia.
Os habéis olvidado de vivir en libertad real, de observar un atardecer, un concierto, la sonrisa de vuestros hijos sin sacar la cámara de vuestro teléfono. Os habéis ido del paraíso sin saberlo.
Steve Jobs en algún momento creyó que era Dios cuando creó el teléfono revolucionario.
Fue quien además nos convenció para que probásemos la deliciosa manzana del árbol de la ciencia del bien y el mal.
Su papel fue el de la serpiente…..aunque seguramente esto también fue premeditado…