fbpx

Llegar tarde

Suena la alarma de un día al que llegaré tarde.

Tú, quién nunca pareces fijarme en la retina, me pides unos días más.

Y de esa forma estúpida, el trabajo pasa a un segundo plano en esos momentos.

Me pierdo, lo confieso. Ignorar pasajera mente a la mañana que golpea  y las llamadas de teléfono insistentes, no resulta complicado.

Nos miramos sin apenas movernos, solo para que la noche siga acariciándonos un poco más. Con una intención que…que se yo y que tú tampoco vas a explicarme.

Y en un refugio de mantas y plumas, en un rincón con corazón abierto en canal y de palabras prendidas a las manos creamos y destruimos el Edén.

Y saldremos retrasados a un mundo frío y carente de sentido, al ruido y la prisa que nos sobra y, al mismo tiempo, nos hace anhelar algo más.

Lo sé. Está sonando la alarma de un día al que llegaré tarde. O quizás demasiado temprano, si lo pienso.

BUSCAR