¿Qué fué de la fuerza que acunabas
en los brazos
mientras el mundo caía a pedazos?.
Dime dónde quedó la energía
que utilizabas
para transformar lo malo en bueno
y transmutar mi estado
en calma y seguridad.
Parece que el miedo te devoró
e hizo de tí su prisionera,
encerrándote en una torre sin muros,
en una celda sin rejas.
Tu mirada perdió el resplandor
de aquellas estrellas
que cogías de madrugada,
vaciando el cielo
a medio colorear por el surgir de la mañana.
Ya no vistes el manto de azul medianoche teñido de luz de luna
y agua de océanos árticos.
El mundo te enterró sin ceremonia,
sepultó tu ánimo,
derrumbó tus sueños.
¿Qué harás para continuar, ahora?
