Hace unos meses se nos llenaba la boca augurando nuestro posible cambio.
Saldremos mejores de esta; más solidarios, más responsables y más empáticos.
Así se cerraban los telediarios, tirando de ese pequeño hilo de esperanza con el único propósito de vislumbrar un horizonte mejor y más humano.
Pero, quizás olvidaron que hablaban de personas.
Empiezo a dudar seriamente sobre la capacidad del ser humano para reinventarse y adaptarse al nuevo medio, que sin querer o queriendo, ha mutado como el virus.
Supongo que esto ratifica que no queremos ser otros cuando todo ésto pase, solo queremos seguir siendo.