La vida puede ser muy distinta dependiendo de con quién te encuentres. No es solamente la edad y nuestra propia andadura lo que marca la diferencia entre sus distintas etapas, sino también la mirada bajo la que hemos sido observados por quienes han estado a nuestro lado, porque cierto es que, hay quien te hace más grande y hay quien a su vez, insiste en empequeñecer tu grandeza.
Si al mirarme me engrandeces, tus ojos y tus gestos serán mi espejo y quizás podré entender mejor quien soy, en cuanto a lo que puedo llegar a ofrecer y a ser… razón, al fin y al cabo, de mi existencia. Si al mirarme te emocionas, es porque tú me intuyes, y es como un sueño el poder hacerme entender, a veces, sin necesidad de utilizar las palabras. Y yo amo las palabras, pero más aún a quien sabe descifrarme sin usarlas.
Si al mirarte me emociono, es porque a tu lado me siento entera. Y no hace falta que hagas nada, porque la vida tiene su magia y tú me encajas… y yo te veo grande, más grande de lo que tú puedas verte nunca… yo podría mostrarte algo más de tu propia grandeza. Lo haré algún día, cuando te tenga más cerca.
No sé hasta qué punto hemos sido libres para escoger nuestro recorrido; unas veces más que otras, supongo, pero a medio camino, cuando los años dan paso a una visión mucho más profunda sobre el significado de la vida y sus emociones, te das cuenta del valor que adquieren en ella algunas personas, aquellas rodeadas de detalles que reconoces como propios, familiares, acordes contigo mismo… es fascinante… la emoción es el vehículo que la vida nos brinda para reconocerlas.
Compañeros de viaje… los hay que nos han sido impuestos, otros no. Algunos te dan y otros te quitan… y de vez en cuando, sólo de vez en cuando, ocurre que llegas a casa; ocurre que lo sabes todo sin saber apenas nada, que caminar es más fácil, que te llega el aire, que te empuja hacia arriba, que te cambia el sabor y el olor de las cosas, que te muestra una realidad en la que te sientes cómodo, seguro, más fuerte y vivo… ocurre que te encuentras con quien te ve venir tanto, que puedes descansar en su regazo, tranquilo… descansar un poco de esta locura llamada vida que nos lleva a bandazos.
Hay quien lo llama amor y hay quien lo llama “verdadera amistad”.
No importa. Puede existir en ambas formas y en muchas más.
Está por encima de las apariencias, de los refranes y de las frases hechas; está por encima del bien y del mal porque parte de un entendimiento personal mucho más profundo que los juicios. Sé que entiende de emociones y sé que no es volátil, porque forma parte de una misma corriente que empuja fuerte hacia el mismo lugar. Comprendes que forma parte de algo que no podemos ver, pero sí sentir y entender.
Existe, aunque no es muy habitual… por eso es único y especial… y aunque pueda haber ciertos desencuentros, no hay grandes fisuras.