Primera fotoperiodista mujer en cubrir un frente de guerra y primera en fallecer al llevarlo a cabo.
Gerta Pohorylle, verdadero nombre de Gerda Taro, nació en Alemanía, de orígenes burgueses, perteneció a una familia judía polaca. Desde muy joven participó en grupos juveniles de izquierdas que luchaban contra el nazismo. Con la ascensión al poder de Hitler decidió huir a París. Allí conoció a Endré Friedman, judío húngaro, que trataba de ganarse la vida como fotógrafo. Se hicieron pareja. Endré enseñó a Gerta todo lo que sabía sobre fotografía.
Ante la imposibilidad de vivir de su trabajo como fotógrafos, Gerta, inventó un personaje ficticio Robert Capa, un reputado fotógrafo estadounidense que había llegado a Europa para trabajar. Al ser famoso vendía sus fotografías al triple que un fotógrafo francés y lo hacía a través de ellos, sus representantes. Cambió también su nombre por el de Gerda Taro. La estrategia funcionó, y ambos comenzaron a trabajar bajo el pseudónimo de Robert Capa.
En 1936, con el comienzo de la Guerra Civil, se trasladan a España para cubrir el conflicto. Comienzan trabajando juntos como Robert Capa, fotografiando las mismas situaciones, de manera que es difícil saber qué fotos pertenecen a cada uno. Poco a poco empiezan a viajar y hacer reportajes de forma independiente, surge la firma Capa &Taro, para posteriormente separarse. Gerda empezará a firmar como Photo Taro y Endré continuará haciéndolo como Robert Capa.
El trabajo más importante de Gerda en solitario es la primera fase de la batalla de Brunete, que finalizó con la victoria del ejército republicano. Con su publicación en la revista Regards consiguió un gran prestigio.
El ejército franquista inició un contraataque y Gerda decidió cubrirlo en primera línea. La batalla acabo con la derrota republicana. Durante el repliegue aparecieron aviones volando a baja altura que sembraron el pánico, un tanque republicano se descontroló y chocó con el vehículo en cuyo estribo viajaba Gerda que cayó al suelo y fue arrollada. Murió unas horas después en el hospital de El Goloso de El Escorial.
Sus restos se trasladaron a París donde recibió todos los honores de una heroína republicana.
Durante la Segunda Guerra Mundial, tras acabar el conflicto, su nombre y sus fotografías prácticamente desaparecieron, muchas de ellas fueron adjudicadas a su compañero Robert Capa, Gerda Taro fue olvidada.
En 1994, la historiadora alemana Irme Shaber, recuperará su nombre y su trabajo, devolviéndola al lugar que merece en la historia.
Gerda Taro (1910-1937)
