Hillary Clinton hizo historia el pasado 26 de julio, rompiendo el famoso “techo de cristal”, al convertirse en la primera mujer candidata a la Presidencia de Estados Unidos. La ex secretaria de Estado es la primera mujer que tiene posibilidades reales de convertirse en presidenta.
A día de hoy, hay 22 mujeres presidentas o primeras ministras en el mundo. Una clara minoría, a pesar de que entre ellas haya figuras tan influentes como Angela Merkel, canciller alemana; Cristina Fernández de Kirchner, presidenta de Argentina o Helle Thorning-Schmidt, primera ministra de Dinamarca.
Hillary no es pionera solo por ello, ya en 1992 afirmaba: “Podría haberme quedado en casa horneando galletas y haciendo té. Pero decidí llevar adelante mi profesión, en la que entré antes de que mi marido tuviese un nombre en la vida pública“. En aquel entonces, era la primera mujer en ocupar un cargo ejecutivo dentro de la firma de abogados Rose Law. También mientras era la primera dama de EE.UU., decidió lanzarse como senadora del estado de Nueva York en el año 2000. La abogada consiguió su objetivo e hizo historia como la primera mujer senadora de ese estado.
El solo hecho de pensar que una mujer puede llegar a ser una de las personas más poderosas del mundo me hace creer en que realmente las cosas están cambiando. Y aunque solo sea una batalla ganada dentro de la guerra, es un gran triunfo, un homenaje para aquellas que se quedaron por el camino, para las que lucharon y no vencieron, para las que dieron su vida a cambio de la igualdad.
El Partido Demócrata puede volver a hacer historia si Hillary consigue llegar a la presidencia del país más poderoso del mundo, después de que durante ocho años haya logrado presidir la Casa Blanca un hombre negro, algo impensable hace pocos años.
Romper tabúes y estereotipos es algo que comulga más con la ideología demócrata, más liberal que la ideología republicana, mucho más conservadora e inmovilista. Ambos partidos tienen sus famosos afines, aunque la lista es más larga entre los simpatizantes demócratas.
Fue durante el acto de presentación de la candidatura de Hillary donde pudimos escuchar a la actriz Meryl Streep apoyando a la candidata. En su intervención quiso destacar a todas aquellas mujeres que habían sido pioneras: “¿Cuánto cuesta llegar a ser la primera mujer en cualquier campo? ¿Dónde encuentran la fuerza nuestras primeras mujeres, las creadoras de caminos?”, se preguntaba la actriz. Y es cierto, que todas esas mujeres que abren caminos son las que más tienen que luchar para demostrar su valía, cuando la mayoría de veces, para los hombres, es mucho más fácil.
Y todas esas mujeres tiene algo en común: “inteligencia y corazón, y una gran pasión por sus causas”, destacó Meryl Streep. No podríamos estar más de acuerdo en que uno de nuestros poderes es la pasión que ponemos a lo que hacemos. Personalmente, una de las claves para alcanzar el éxito.
Para acabar, recordó han tenido que pasar cien años desde que las mujeres consiguieran el derecho al voto en su país, para que la Hillary hiciera historia “Porque va a ser la primera mujer presidenta de los EEUU. Pero lo más importante es que será la primera, pero no la última”. Con estas palabras la actriz quiso destacar que el éxito de la candidata también será el éxito de muchas más mujeres que vendrán en el futuro. A partir de ahora, no solo muchas niñas podrán soñar ser presidentas de EEUU… también lo podrán lograr.