fbpx

RESPUESTA DE MI MIEDO

Creía que te habías marchado para siempre, sin embargo, he vuelto a recibir tu embestida. Ese golpe seco inesperado que ha hecho temblar de nuevo mi mundo, como si fuera una caja de cerillas que sacudes para ver si queda alguna y cada una de las que queda, sabe que morirá con el fuego de tu roce.

Creía que desaparecerías sin más después de haber estado conmigo una larga temporada. Pero has vuelto de nuevo, me has sacudido y me has hecho temblar como el viento que sacude las últimas hojas de un árbol en otoño.

Me invades por dentro como una sensación inexorable, me dejas muda y sin aliento, me bloqueas. Por mucho que intente controlar y mantenerme en mí, consigues abatirme hasta dejarme casi sin razón.

¿A qué has venido?

Ya hice lo que pediste, ya cambié, ya me lancé, ya dejé, ya renuncié, ya me transformé y ya creé.

¿Qué quieres de mí ahora?¿Qué más quieres pedirme?

Mi respiración no encuentra la calma, mi cuerpo no encuentra la estabilidad, mi cabeza no para de pensar… ¿pero qué has venido ha llevarte esta vez?

Ya no me queda nada, más que yo misma…

Dime ¿qué quieres ahora?¿De qué quieres despojarme?¿Quieres transformarme aún más?.

Intuyo que quieres enseñarme a ser fuerte, que quieres mostrarme que soy autosuficiente y que quieres que vea que mi fortaleza es mayor de lo que yo misma logro ver. Pero, yo no pedí pasar por estas pruebas.

Necesito que me devuelvas mi paz, mi calma, mi bienestar, mi pasión, mis ilusiones.

Se me rompe el corazón cuando insinúas a qué has venido, ¿a soltar lastre?

¿Cómo voy a hacerlo si me siento derrotada hasta límites que jamás creí flanquear?

¿Qué lastre debo soltar ahora? ¿Has venido a que construya? ¿el qué?

¿Una vida auténtica?

Me respondes,  “soltar para construir”

“Soltar el pasado, las dudas, las ansiedades, las incertidumbres, los no me atrevo, los no lo haré bien.

Soltar a las personas que ya no están, soltar a algunas de las que siguen aquí, soltar  para abrir, sin mí, la puerta a las que llegarán.

Perdonar, perdonar y mucho…

Perdónate a ti, perdónate por esas oportunidades perdidas, por esas ocasiones vividas a medias, por esas quejas cuando todo iba bien, por ese sin sentido cuando no había motívo, por tus errores, por los accidentes que dejaron huella.

Perdónate por todo ello con amor, con compasión, con comprensión, porque sin todo aquello, hoy no serías tú.

Pasar por todo aquello era necesario para ser quien eres hoy.

Deja de castigarte, el pasado no volverá para que lo escribas de nuevo, el pasado se perdió en el tiempo, en tus lloros, en tus quejas, en tus alegrías y en tus esperanzas.

Ahora sólo queda soltar para construir.

Aprende del pasado para construir tu nuevo presente.

Tu futuro es mañana.

¿Qué consejo te darías para construir tu mejor mañana?”

Que pase lo que pase, estoy aquí, que todo tiene solución, que todo pasa y que cuando tememos pasar por algo, así viene, contigo, con miedo.

Muy bien, dice mi miedo, vacía tu mochila, deja atrás el pasado y no pierdas ni un minuto más lamentándote.

Ámate siempre, pase lo que pase.

Confía en ti y fluye.

Tú tienes la fuerza para superar este momento, no hay nada más que te frene ahora mismo más que yo: tu miedo

Así que ahora, suéltame para siempre, despídete de mi, ahora, con estas palabras.

Te dejo, porque yo también quiero que construyas lo mejor para ti, porque ya aprendiste, porque me voy a buscar un nuevo aprendiz.

Así que desde hoy, desde ahora, te dejo y me marcho.

Sé que tienes miedo de que me vaya, lo noto, pero vivir sin mí es el regalo que te ofrezco por la valentía de pasar toda tu vida hasta hoy, conmigo.

¿Cómo crees que iba a ser nuestra despedida?

Pues con miedo.

Ahora sólo estás tú… buena suerte.

BUSCAR