fbpx

Cuando ya estás roto

Resulta imposible romperse cuando uno ya está roto, al menos eso creía hasta que le conocí. 
Es curioso, me resulta muy fácil estar ahí cuando me necesitan aunque ya ni recuerdo cuándo alguien lo ha estado para mí. No importa lo tarde que sea ni lo cansada que pueda estar, con solo una llamada y cinco minutos para ordenarlo todo allí estaré, en su auxilio, aunque ni siquiera sepa que está en peligro. No sé actuar de otra forma, me han educado así. 
Pero, ¿qué pasa conmigo? Qué pasa cuando soy yo la que necesita auxilio, ya estoy rota, vale, siempre me las he arreglado muy bien sola, de acuerdo, pero llega el día en que comienzas a tomar conciencia de tus pedazos, y empiezan a doler. Ya sabías que no estabas completa, ya sabías que estabas hecha trozos, pero un día cualquiera, sin buscarlo ni pretenderlo, te dicen lo bonita que te ves completa, y es entonces, solo entonces cuando aparecen los miedos, tú sabes que no estás completa, pero nadie sospecha de tus fracturas, y es entonces, solo entonces cuando tus trozos se hacen añicos.
Sí, es posible romperse cuando ya estás roto, y duele todavía más que la primera vez, porque el miedo y la experiencia golpean con saña.
Es ahora cuando necesito que alguien venga en mi auxilio, que me diga que todo es posible, y que si no lo es no importa porque va a estar a mi lado de todas formas. Yo soy esa persona para mucha gente, pero hasta los Ángeles de la Guarda necesitan que alguien vele por ellos.
Seamos eso el uno para el otro, velemos juntos nuestros sueños y nuestras pesadillas, juntos somos más fuertes, juntos no hay nada imposible.

BUSCAR