Después de mucho tiempo vuelvo con este hermoso reto, si eres escritore y quieres tener inspiración puedes encontrar este reto en pinteres como: Hagamos un challenge de la escritura – Ananyanci Nangullasmú
Los panes de la tienda de la esquina se veían fríos por primera vez en años, oh recuerdo lo que sucedió la última vez, era una mañana cálida de verano, los rayos del sol penetraban atreves de mi ventana, recuerdo muy bien que era mi primera vez yendo a la universidad, ese día iba a cambiar el resto de mi vida para bien o eso creía, pero una sola acción, una sola decisión genera una reacción inesperada, como iba a saber yo lo que me esperaba?, todas las mañanas al ir a la escuela hacía exactamente lo mismo, ir hacia donde se encontraba el panadero y pedirle un delicioso pan fresco para comer camino a la escuela con Carla y Ana, ah de mí, de mi pequeña criatura sin sabiduría, que no había visto la crueldad del mundo hasta ese fatídico día, llegue a donde el panadero y muy feliz le dije, -hola querido panadero, como esta usted?-, el panadero se quedó de espaldas durante unos segundos antes de voltear con un gesto que aún no sé descifrar, el ambiente se sentía algo pesado, pero no estaba dispuesta a perder mi buena vibra para mi primera hora, así que con todas las fuerzas que pude sacar de mi interior le dije al panadero, -me regalas mil de pan por favor?-, mil de pan?, siempre pedía uno, tal vez ese fue mi error, el panadero alzo una ceja y ahora estoy segura, miro disimuladamente hacia la calle, después de voltio lentamente hacia sus panes “recién hechos” y hecho aproximadamente 5 en una bolsita, pague y me fui, al llegar al colegio, note que los panes estaban fríos, me preguntaba por qué, esa mañana el panadero estaba muy raro, pero lo peor llego después, en la universidad me había encontrado con Carla y Ana, pero no me saludaron y los profesores ni siquiera me distinguieron, estoy segura de que ese día el panadero me coloco una maldición, desde ese día hasta entonces casi nadie me habla, solo un par de personas lúgubres que me he encontrado por las zonas más oscuras del pueblo, pero bueno, quiero observar a quien le va a echar la maldición esta vez.
Pasados unos minutos llenos de recuerdos veo a un niño entrar a la tienda, es pequeño, que lastima, sentirse olvidado desde tan temprana edad, voy a intentarlo no olvidar, esos panes fríos no me dan buena espina, pero… ¿Por qué?, veo a un niño entrar a la panadería que amaba visitar de niña, tengo ganas de entrar, pero mi cuerpo se siente pesado, me quedo mirando fijamente, recuerdo la maldición, miro unos minutos más, no veo a nadie salir, … Espera… el niño esta a mi lado ofreciéndome un pan, pero … ¿Cuándo salió, me quede dormida?.
Fin