Si, hace mucho tiempo comprendí que el olvido no nace de las acciones o en su caso de los deseos olvidados, no, el olvido comienza justo en el momento que dejamos de vivir para nosotras y comenzamos a vivir para alguien más, no importa si es por los padres, los abuelos, una pareja, los hijos, los hermanos e incluso los amigos que comenzamos a poner como nuestra prioridad y de alguna manera nos vamos olvidando poco a poco de nostras en todos los aspectos y sentidos, algunas vivimos así desde el inicio de nuestras vidas, creyendo que hacemos lo correcto, siguiendo los pasos de alguien a quien amamos y dejamos de lado aquello que podría llenarnos de dicha y felicidad, de conseguir el éxito deseado, pero en verdad lo olvidamos y nos olvidamos de ello y por ende de nosotras.
Quien no soñó lo que quería ser cuando fuera grande, pues bien les contaré, realmente yo nunca supe que quería ser, simplemente deseaba con todas mis fuerzas cumplir todos y cada uno de los deseos de mi amada abuela, si a ella le parecía bien lo que le planteaba, lo hacía pero rara vez tome una decisión que me llenará o me hiciera feliz, algo complicado pero al mismo tiempo si ella se sentía feliz yo también, la vida fue dura cuando comencé a tomar diversas acciones y decisiones por mi misma, aunque muchas veces me sentía culpable, probablemente no comprendía que una parte de mi me estaba pidiendo a gritos salir y despertar d ensueño en el cual estaba desde muy pequeña.
Jamás la culparé a ella de mis propias acciones que iban dirigidas completamente a complacerla, más bien hoy he decidido perdonarme por haberme dejado en el último lugar, por no haber contemplado mis deseos y pasiones esas que hoy hacen que mi vida comience a tomar sentido para mi, que no necesito la autorización de nadie para volar y salir de un capullo que me mantuvo inmersa en situaciones que si bien las hacia por que quería no eran del todo lo que me agradaba, los planes siempre cambian y he decidido fluir como la energía, libre y por donde debo pasar para aprender y tomar conciencia de mi misma, me ha costado sangre y lagrimas, comenzar a reconocer que el olvido propio es el más doloroso.
Hoy se que debo amarme primero yo y ser feliz desde mi interior y de esta forma aquello queme gusta y amo hacer no sólo me llena el alma, sino que me hace feliz a cada instante, pero reconocer todo esto me ha costado perder incluso una piel de la cual pensé jamás poder deshacerme, dejar atrás a la niña consentida de la abuela, la joven que su rebeldía era tolerada para que la abuela no dijera nada y que al mismo tiempo el poder que creí tener sobre los demás jamás lo tuve sobre mi misma, el despertar de esta realidad me ha llevado a comprender que ante mi falta de amor propio buscaba llenar esos vacíos, ejerciendo la dominación sobre aquellos que lo único que querían era que viera por mi misma, pero como comprenderles, si yo misma había cerrado mis oídos y ojos a una realidad que hoy vivo.
Es difícil reconocer que una misma se tapo los ojos, los oídos y las ganas de vivir, pero acaso en algún momento nos detuvimos a pensar en que el mayor el olvido era ese que jamás creímos existiera, que es el olvido propio, como recuperarnos, como comenzar a vivir una vida que jamás habíamos estado dispuestas a vivir o que en algún momento olvidamos vivir y dejamos todo lo que somos para complacer y hacer felices a los demás, pues bien, eso comienza a suceder cuando el amor propio aparece y es el reconocer que si estamos felices con lo que somos y lo que hacemos no necesitaremos la aprobación de los demás, nos iremos recobrando y reconociendo en el camino.
Pero debemos recordar que el Olvido Propio, nos ayuda a recordar todo aquello que somos y merecemos, lo que queremos y lo que nos hace grandes y crecer, pero sobre todo nos enseña que debemos amarnos, para amar a los demás y no depender de los otros para ser feliz, así que hoy puedo decir que mi Olvido Propio me hizo recordar mi Amor Propio y mi potencial, para ser feliz, vivir mi vida y poder enseñar a los demás que si se puede ya que todos tenemos la capacidad de ser felices.