A veces no entendemos porque nos cruzamos con ciertas personas en nuestra vida, no logramos ver qué de bueno nos trajeron y, en otras ocasiones, no entendemos por qué nos alejamos de otras que pensamos serían eternas y que nos sumaron tanto.
Pero también pasa que la vida te da sorpresas y aparecen personas en tu camino que de un día para otro suman a tu vida más que aquellas que estuvieron casi siempre a tu lado.
Pero más allá de si son personas que te dañaron, amigos de toda la vida o sorpresas inesperadas, lo más importante, es lograr ver qué dejaron en nosotros y transformar eso siempre en algo que nos favorezca.
Pónganse a pensar, primero, en sus relaciones amorosas, recuerden a la peor de sus parejas , a ese(a) que tus amig@s te recuerdan todo el tiempo que no deberías hablarle nunca más. Bueno a “ese(a)” agradécele, porque seguro te hizo más fuerte.
Ahora piensa en el mejor de tus novi@s, a ese(a) que todos amaban, pero con quien las cosas no funcionaron. Esa persona, además de los momentos lindos que vivieron, te enseñó seguro a superar el dolor, ya sea porque tuviste que tomar la decisión de dejarl@, o por el dolor de ser dejad@.
Cualquiera que haya sido la situación, seguro favoreció a tu vida de una u otra manera, ya está en ti rescatar todos esos aprendizajes.
En cuanto a nuestras amistades, es extraño cuando de pronto la amistad se acaba o cuando ya no hay la misma química de antes ¿no? ¿Cómo puede romperse una amistad de años? Sencillo, porque ya cumplió un ciclo contigo, al igual que tu pareja.
Dicen por ahí, que existen acuerdos álmicos y que por ende no existen encuentros casuales, a mí me gusta creer esto, porque cada persona en nuestra vida nos enseña y favorece así nuestro crecimiento como seres humanos.
Hace poco leí un libro que se llama “Aprendiendo a Amar” de Covadonga Pérez – Lozana, el cual me ayudó a tener mayor claridad respecto a lo que expongo líneas arriba, así que los dejo con un extracto que me encantó: “… cuando dos energías ya no se reflejan nada no tiene sentido que estén juntas porque se entorpecen la una con la otra en su desarrollo y en el momento que están viviendo”
Así que sólo quiero cerrar este post recordándoles de disfrutar el momento presente con sus amig@s, con su pareja, con su familia y con todas las personas que los rodean y también recordarles la importancia de dejar ir.
Disfruten con locura sus encuentros, sufran por sus desencuentros (es válido), pero sin aferrarse al dolor y principalmente dense el trabajo de analizar el aporte de todos estos encuentros y desencuentros en su vida, como digo siempre, es cuestión de perspectiva.