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Luna Nueva de Escorpio y el Diluvio emocional

Hace ya unos 4.200 años, el Patriarca Abraham, padre de todas las religiones, describió en el libro Zefer Yetzirá las características y energía disponible en cada Rosh Jodesh, cabeza del mes, el nacimiento de la luna nueva. 

Abraham fue el primer astrólogo y Kabalista ya que poseía una altura espiritual que le era capaz de comunicarse con todo el Universo. El calendario hebreo se rige por las lunas, y el día de su nacimiento, contiene toda la energía disponible de ese mes. 

Escorpio es regido por el planeta rojo de las guerras, Marte, y hace poco también se le identificó con Plutón, el rey de las profundidades inconscientes. No es casual que en este mes haya sucedido el diluvio universal y la caída de la torre de Babel. 

Cuenta la historia que Dios habla con Noé y le pide que construya un arca ya que destruirá a toda esa generación por la corrupción de su carne. Del cielo cayó agua y fuego, se salvan Noé y su familia y algunos animales seleccionados, dando paso a una nueva humanidad. 

Si alguien conoce a algún escorpiano, sabe de su terrible intensidad. Puede petrificar a cualquier ser viviente con sólo mirarlo. La Kabalah, el estudio místico del judaísmo sobre las leyes del universo, plantea que vivimos en un mundo de corrección por el pecado de Adán, su caída espiritual. Cada persona nace en un determinado marco, bajo un determinado signo para poder contribuir con esa corrección personal y colectiva. Escorpio es un signo de agua regido principalmente por sus emociones. Su temperamento y pasionalidad lo llevan a veces a ser su propio enemigo ya que al destruirse a si mismo, corrige al mundo entero. Tiene la capacidad de transformar sus oscuras lujurias hacia diamantes ascendidos. Pero esto se logra con mucho esfuerzo y trabajo interno. 

Este mes, todos estaremos bajo la influencia del frío escorpión, el despiadado bicho sexual hambriento de caza y poder que se sabe dueño del mundo externo pero ignora su cuidado interno y los efectos sobre los demás. Aprovechemos para cambiar a colores más luminosos y destruyamos lo que ya no nos sirve para poder darle paso a lo nuevo, a el rey de la fiesta, Sagitario y su arco de gloria. 

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