fbpx

No es una palabra cualquiera

Siempre se ha dicho que la fe mueve montañas. Ahora mismo yo discrepo, creo que es la ILUSIÓN la única que nos puede mover del lío en el que estamos metidos.

 

Esta semana he visto “Dash&Lily” otra de esas series solo destacable si te pones las gafas de ver el mundo con ilusión. Adolescentes, en época navideña, que se encuentran a través de las palabras. Una ilusión que crece cuando nos conocemos por debajo de lo que podemos mostrar en superficie, que se alimenta de nuestros verdaderos “yos”. ¿Por qué es más fácil conocerse a través de un cuaderno? ¿Qué hemos hecho para no dar la oportunidad de conocer a otro ni darnos la oportunidad de que nos conozcan como somos? ¿Cómo puede ser que vivamos en una constante suposición de lo que los demás piensan de nosotros, cosa que además nos hace sufrir?

 

Al final, nos mueve la ilusión. Por ese alguien, por ese algo, por ese lo que sea, que nos impulsa hacia delante, que nos hace darnos permiso para ser quien somos, que nos da un para qué hago lo que hago, que nos dice que soy valios@ cuando ni yo me lo creo, que me dice que merezco la gloria (no la pena) y mi propia aceptación. Ilusionarse es alimentar lo que te da la vida.

 

Mi hija me dicho que va a ilusionarse esta Navidad porque para ella es un momento importante. He recordado que fui yo quien construyó esa ilusión por la Navidad cuando era niña. Como madre siempre creí que mi principal trabajo era construir recuerdos en mis hijos, tejidos de ilusiones, para que cuando crecieran tuvieran siempre un lugar a donde ir cuando lo necesitaran.

 

Ahora toca ser consistente y alimentarme yo misma de la ilusión por todo aquello que me hace avanzar, que me muestra lo bonito que es todo lo que me rodea. Darme cuenta de que estos tiempos pasaran, como pasó la infancia de mi hija. Pero que la ilusión que siembre hoy será mi refugio de mañana, será quien sea yo mañana.

 

¿Qué vas a hacer para ilusionarte? ¿Por dónde vas a empezar a darte vida?

BUSCAR