El viajero quiso entender –difícil ministerio-
aquello que estaba bajo sus ojos, y escribió.
(Manuel Alvar)
No cesaré de mirarte.
—Esta vez no.
Es innegable la belleza del iris
y el orden interior que le dicta
el modo de brillar, cuándo
es preciso desaparecer bajo las sombras
y dejar paso al reinado de los cardos
en plena desnudez.
A ras de suelo, la verdad y la mentira
se cruzan sin ninguna pretensión…
Simplemente, se saludan
frente a frente,
con un gesto de barbilla.
Una distancia elegante —entre flores necesaria.
Todo se esfuma
en cuanto el sol se apaga.
¿Cómo abordar los hechos?
Eligiendo para ello el código más apropiado
en esta o aquella situación, o sea,
revistiendo el sentido con la forma poética
que corresponde a sus intenciones,
usos y costumbres del pensar.
Porque no quiero marcharme sin hablar.
—Esta vez no.
Teresa Iturriaga Osa
Andra Mari, mayo 2023.