fbpx

Yo, mí, me, conmigo

Me he dado cuenta de que, inevitablemente, cada vez que escribo un artículo (casi siempre) hablo de mí. Cuento algo que me ha pasado, algo que pienso, algo que me agrada o desagrada. Siempre yo, yo, yo…Y, dicho así, suena a egocentrismo. Puedo parecer incluso una persona algo narcisista. Nada más lejos de la realidad.

Es cierto que hablo mucho de mí y de mis cosas, pero si lo hago es precisamente con la esperanza de poder servir de ayuda. Porque, a veces, saber que alguien está pasando por lo mismo que nosotros, puede hacernos sentir un poco mejor; y, quizá, menos solos. Y no es afán de protagonismo; al contrario. Es ceder un poco de ese protagonismo a cada uno de los lectores. Cuando nos cuestionamos cosas, situaciones, sentimientos… y creemos que somos unos bichos raros, nos consuela saber que hay alguien más como tú. Seguramente, muchos más de los que te esperas.

Y no es un síntoma de egolatría (aunque pueda parecerlo), ni pretendo inculcar a los demás mis creencias u opiniones. Simplemente, se trata de compartir. Y compartir siempre es gratificante, independientemente del lado en el que se esté.

A veces las voces en mi cabeza llegan a ser una auténtica pesadilla, bombardeándome a preguntas, ideas y pensamientos absurdos. Entonces, pienso que estoy loca y me pregunto si a alguien más le pasará lo mismo, así que cuando encuentro a alguien que expresa eso que estoy pensando, respiro tranquila y me siento aliviada.

Así que, supongo que YO seguiré escribiendo sobre MÍ, para que TÚ lo leas y sientas que somos NOSOTROS/AS

BUSCAR