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Por qué lo llamamos amor cuando queremos decir miedo

El otro día hablando con una amiga que se divorció hace 2 años me decía que ella estaba encantada con su vida ahora mismo, que tenía las prioridades claras, sus hijos, sus amigos, sus salidas a conciertos y demás, sus ratos de soledad… y que, por ahora, ningún hombre había podido alterar esas prioridades ¿quizás es que no había llegado el adecuado? El hombre que realmente la enamorara…

Leyendo un artículo describe el enamoramiento con comportamientos como:

  • Dejarlo todo por la otra persona y que la otra persona lo deje todo por ti.
  • Querer estar siempre juntos.
  • Idealizar al otro.

Parece que si no sentimos esto algo va mal. Sobretodo al principio. ¿Realmente queremos eso? ¡Yo la verdad es que no quiero esto ni en pintura!

¿Qué hay detrás de esta forma de amar tan extendida? Creo que todo esto está ligado con tener un vacío interior. Si no nos trabajamos la mayoría de nosotros vamos cargados de miedos. Por ejemplo, uno de nuestros grandes miedos es el miedo a la soledad. Este miedo se puede convertir en muchos comportamientos dañinos. Con tal de no perderte y sentir esa soledad puedo dejar de ser yo para ser lo que creo que tu quieres que sea. Además te controlaré y tendré celos porque si te pierdo me sentiré sola y es lo último que quiero. También dejaré de hacer lo que me gusta para pasar más tiempo contigo porque es la forma en la que dejo de sentirme sola. Y te idealizaré, ¡claro! a tu lado todo brilla más porque antes mi vida no brillaba por si misma.

Vemos a una pareja de estas que no hacen más que estar juntos y que se desviven el uno por el otro y pensar que “¡Qué bonito! ¡Están enamorados!”, ¿si? ¿No es que cada uno está llenando su vació interior, sus miedos, a través de la otra persona?

Porque yo no quiero dejar de ser yo, yo no quiero dejar de hacer lo que me gusta, yo no quiero pasar todo mi tiempo libre con la misma persona. Con todas las opciones que tenemos de hacer cosas que nos agradan ¿por qué centrarlo todo en una persona? ¿Por qué una única persona nos tiene que hacer felices constantemente? ¡qué locura!

Al final es la búsqueda fuera de lo que no encuentras dentro. Así es que ¡estoy en contra del enamoramiento!

No creo que exista enamoramiento loco si existe consciencia plena. Si eres consciente de quien eres, si te das lo que necesitas, si te sientes plena. Y si no que se lo pregunten a Matthieu Ricard, considerado el hombre más feliz del mundo. Es un francés que se convirtió al budismo a los 30 años y estudios de su cerebro han superado todas las predicciones de la felicidad. Obviamente no tiene ni posesiones, ni pareja, ni hijos y es tremendamente feliz. Así es que por enésima vez, no, no necesitamos a una pareja para ser felices.

Cuando nos damos lo que necesitamos vamos viendo que la pareja es un complemento maravilloso, que te hace la vida TODAVÍA más estupenda, pero que tu vida seguiría siendo estupenda también sin esa pareja.

Así es que en vez de un enamoramiento loco abogo por un enamoramiento calmado, desde la consciencia, sin dejar de ser yo, sin perderme en el otro, sino encontrándome todavía más, creciendo todavía más, con mis espacios y con mis múltiples formas de ser feliz.

Seguramente no se escribirán tantas canciones de amor, ni tantas películas sobre este tipo de enamoramiento, pero YA ESTÁ BIEN DE SUFRIR y de idealizar un amor que nos hace daño. Ya está bien de llamar amor a lo que en realidad es miedo, inseguridad y vacío.

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