Emma Bovary podría haber sido buena amiga de Anna Karenina pues estos dos grandes personajes de la literatura cometieron el mismo error: ser adúlteras y ambas pagaron por ello.
Quien haya leído estas maravillosas novelas, o visto las películas, que también sirve, sabrán que el final para ambas es el “suicidio”.
¿Pretendían tanto Flaubert como Tolstoi aleccionarnos?
La pobre Emma quizás había leído demasiados libros allí en su casita de campo. Lo cierto es que su matrimonio con un médico rural, a quien ella en realidad aborrecía, no era satisfactorio para ella y la maternidad tampoco fue la panacea. Por eso ello buscaba emoción y sexo con sus amantes.
Y es que el matrimonio y la maternidad no tienen porque ser satisfactorios ni compensarlo todo, especialmente si no tienes experiencia en la vida y solo te han educado para que escojas ese como único camino posible en la vida.
Luego, si no te conformas como Anna Karenina ¿qué sucede?
La sociedad te condena al ostracismo como a ella, en Moscú. Después de irse a Europa con Vrosnki, su amante, la sociedad le perdona a él y le acepta de nuevos en las fiestas y saraos, pero no a ella.
¿Por qué tenemos que pagar ese precio las mujeres ?
La cuestión de que una mujer pueda ser libre sexualmente y no conformarse con un matrimonio o una relación que no le satisface, con unas relaciones sexuales inexistentes, tal vez…viene de lejos y no solo en la literatura.
Hace poco vi una serie de un caso real de un asesinato ocurrido en Irlanda en el 96. La víctima, Sophie Toscan du Plantier, de 39 años apareció asesinada en Schull, delante de su casa.
Sophie era una productora de televisión francesa, una literata, amante de la poesía, que pasaba sus vacaciones navideñas sola en una casa que había comprado para ella en esa parte remota del país.
A día de hoy su muerte continúa siendo un misterio y no parece nada probable que se aclare quien fue hasta allí para golpearle en la cabeza brutalmente.
Sin embargo, lo que me asombra son las especulaciones en torno a su asesinato y el juicio social que se sigue haciendo de una mujer que estaba divorciada de un primer marido, que tampoco estaba bien con su segundo marido y por ello había tenido un amante que incluso la había visitado en Irlanda.
El hecho de que estuviera sola en Irlanda un par de días antes de Navidad, sin su hijo ¿qué clase de madre hace eso? Eso se escucha en el documental. Resuena como un eco en una parte de la obra.
Todos esos juicios, ese considerarla rara, extraña, bizarrepor ser independiente y decidir vivir su propia vida en una remota casa en Irlanda, por tener un control sobre su vida sexual, escoger leer poesía desde su cama mientras le alumbraba la luz de faro, en vez de estar en casa con un marido que ya no la amaba.
El juicio social y el pensar, incluso, que es normal que Sophie acabe así por que se había salido del guión, como Emma, como Anna.
Esto fue en los noventa pero la serie es actual, es un caso real y esos comentarios son de hace apenas unas semanas.
En definitiva, ¿podemos las mujeres salirnos del guión sin que se nos juzgue y sin que nos pase algo malo?