Silvia González Gordillo es la directora de la XXXII edición del Festival de Teatro Clásico de Cáceres que tendrá lugar del 10 al 27 de junio en esta ciudad extremeña. Una actriz que decidió seguir la senda de la política trabajando siempre para la cultura hasta llegar a ser directora de este festival y del Consorcio Gran Teatro de Cáceres.
Antonio Hernández (AH) –¿Por qué se metió en política?
Silvia González Gordillo (SGG)– Una serie de vicisitudes me llevaron a vivir a Montehermoso, un pequeño pueblo de Extremadura.
Allí creé un grupo de teatro aficionado y me integré en su vida cultural. Me ofrecía para hacer cursos, por ejemplo, de máscaras. O me llamaban para que echase una mano en algunas representaciones.
Fue entonces cuando alguien se me acercó y me dijo que si quería trabajar para el mundo de la cultura. En principio pensé que eso es lo que estaba haciendo, trabajando para el mundo de la cultura.
Sin embargo, reflexionando sobre el ofrecimiento llegué a la conclusión de que estando en el ayuntamiento del pueblo podría hacer más para incentivar la cultura que lo que estaba haciendo hasta ahora.
Además, el ofrecimiento venía de un partido progresista [PSOE de Extremadura]. Un partido que proponía políticas culturales con las que estaba de acuerdo. Y, luego, he hecho un recorrido político que nunca imaginé que iba a emprender.
La vida te lleva por caminos que en principio piensas que no vas a recorrer. En mi caso, a trabajar muchos años en política al servicio de la cultura. Hasta llegar a la dirección del Consorcio del Gran Teatro de Cáceres. Un sueño hecho realidad, en el que llevo ya cinco años.
AH – ¿Qué ha aprendido?
SGG –Sobre todo, he aprendido de toda la gente que he tenido alrededor y que he conocido. De las compañías, de los actores. Y, también he aprendido que la cultura tiene mucho de gestión, más si se mira desde el punto de vista institucional, aunque no es lo que más gusta a los profesionales del sector.
Es cierto que la gestión resta tiempo a la faceta creativa, pero también es necesaria. El tiempo es limitado y alguien tiene que hacerlo.Además, para dedicarte a la gestión no solo tienes que saber de teatro, hay que saber muchas otras cosas.
AH – ¿Qué se llevó de la parte creativa a la política?
SGG – No sé si ser positiva es algo específico del sector cultural o teatral, pero soy positiva y eso es lo que traje. Sueño mucho. Pienso que todo se puede hacer. Que todo lo que pienso y sueño es posible, que puedo hacer muchas cosas. A veces no, claro está, pero sigo soñando que voy a poder hacerlo.
Sí, me traje la idea de que todo se puede mejorar, de que se puede tirar para adelante. Si uno se encuentra con una piedra, se da un saltito y se sigue.
AH – ¿Qué echa de menos de su faceta de actriz?
SGG – No subirme a las tablas e interpretar esos grandes papeles que interpretan mis compañeros.Algo que no se puede ni se debe hacer cuando se tienen cargos institucionales.
Echo de menos sentir esos personajes en la piel, como si fueran tuyos. El haber perdido esa conexión que se produce entre la actriz y el personaje que interpreta.
Cuando los veo en el Gran Teatro de Cáceres sentada en la butaca, me dan mucha envidia. Me digo: “¡Cuánto me gustaría estar ahí y hacer ese personaje tan bonito!” O hacer ese texto, esa obra o ese espectáculo que estoy viendo.
AH –¿No tiene la política mucho de teatro?
SGG– Esta pregunta me la hacen con frecuencia. Tal vez un poco sí. El político es una persona que está delante de mucha gente, de muchos ojos, como los actores y actrices.
Sin embargo, no estoy tan segura de que tenga mucho. Yo, que llevaba varios años en el mundo de la interpretación, la primera vez que me tuve que poner como política delante de un público o de periodistas no era capaz de articular palabra.
Todo el mundo me decía que para mí eso tenía que ser chupado. No, no era así. Son dos cosas distintas. Una cosa es ser actor, aprenderte un texto, ser un personaje, sentir que estás ahí, delante de un público que no te pregunta. La interacción es distinta.
Si acaso, el político tiene que poner cierta teatralidad a la hora de intervenir.
AH- El político no tiene un texto previamente escrito. Se lo tiene que creer por sí mismo.
SGG– Claro. Lo tiene que creer, decir y encarnar. También debe tener en cuenta lo que esperan las personas de él.
En un teatro, es distinto. No tienes que decir tus palabras, sino las de un personaje que ha creado un dramaturgo. Además, en política el auditorio tiene derecho a réplica a lo que se dice.
AH – Ha dicho que el ofrecimiento para entrar en política le vino de un partido progresista. La palabra progresista está actualmente demonizada por una parte de la sociedad. ¿Qué cree que significa ser una persona progresista hoy en día?
SGG – Entiendo que una persona progresista es la que tiende a trabajar por la igualdad y la justicia. Por tratar de equiparar a todas las personas y hacer el bien común.
Por ejemplo, que todos tengan acceso por igual a la educación y a la cultura. Que las mujeres tengan las mismas oportunidades que los hombres. Que la gente pueda aspirar a las mismas oportunidades en igualdad de condiciones. Hacer una política de derechos.
Creo que esto es muy importante. Sobre todo, ahora que hay mucha desigualdad todavía y parece que se están dando pasos para atrás. Una igualdad que permita la libertad personal e individual.
AH – ¿Qué tiene de progresista un festival de teatro clásico como el de Cáceres?
SGG – Todo. Te coges un texto clásico y está de rabiosa actualidad. Por ejemplo, la frase: “Poderoso caballero es don dinero” no me digas que no está de actualidad en pleno siglo XXI. Es algo que ya se decía y seguimos igual ¿no?
El clásico habla mucho de las pasiones humanas: el amor, el desamor, el desgobierno, el autoritarismo… Quinientos años después, todo sigue ahí. Lo miramos con ojos del siglo XXI, pero seguimos luchando por las mismas cosas y tenemos los mismos problemas.
Los textos son muy actuales. Por eso interesan tanto al público. Y cuando se ponen bien en escena le llegan mucho. Se podrán hacer puestas en escena más contemporáneas o modernas, pero los textos siguen ahí, y eso es lo que alcanza a la audiencia. El Siglo de Oroestá muy vigente.
AH – ¿Cómo selecciona las obras del festival? ¿Esos criterios han cambiado en los cinco años que lleva dirigiéndolo?
SGG –Llevo poco tiempo al frente del festival como para que hubiesen cambiado. Lo que intento es abrir el festival lo más posible. No quiero llevar ninguna línea ni ninguna temática específica. Hay tantas compañías buenas en el panorama nacional que una línea concreta podría dejar fuera un espectáculo porque no se ajustase a la temática o a la línea artística.
Pensando en el público, de lo que se trata es que sea muy variado. Que haya teatro desde para los más pequeños hasta para los más mayores. Intento que haya comedia, drama. Que haya variedad de escritores de la época, incluidas dramaturgas de aquel tiempo que no han tenido visibilidad hasta ahora. Además, quiero que el festival se abra a la música, la danza y a las distintas artes.
También tratamos de dar cabida a las compañías de esta región. De hecho, hemos convocado un programa de ayudas a la creación para las compañías locales. En la actualidad, con el impacto de la pandemia en el sector del teatro, es muy importante ayudar a estas compañías.
AH – El programa del Festival de Teatro Clásico de 2021incluye un apartado de teatro clásico para bebés ¿qué cree que puede aportar el verso clásico a los más pequeños?
SGG – Esta pregunta seguramente te la respondería mejor Vistequeteviste, la compañía que me la propuso. La idea me pareció maravillosa desde que me la pusieron encima de la mesa.
Sobre todo, lo que les abre a los bebés son los sentidos gracias a la interacción con los padres a través del verso clásico. Una interacción que se produce a través de las imágenes, los susurros y los sonidos de ciertos versos. Les provocarán sensaciones que se les quedarán para toda la vida desde pequeñitos.
AH –¿Y cómo selecciona la programación del Consorcio del Gran Teatro de Cáceres?
SGG – Hay que tener en cuenta que es un teatro público y que es el único teatro de la ciudad. Así que la programación debe ser variada. Lo más variada posible. Que incluya espectáculos desde la música, en todas sus vertientes, el humor, la danza, la ópera, etc.
También tengo muy en cuenta el trabajo de las dramaturgas y de las compañías llevadas o distribuidas por mujeres. Intento darles un hueco. Por ejemplo, haciendo ciclos para que se puedan ver sus espectáculos.
AH – ¿Qué no ha programado que le gustaría traer al teatro?
SGG – Muchas cosas, pero, sobre todo, una gran ópera. El teatro que tenemos es pequeño y este tipo de espectáculos no caben. Pero me gustaría que el público de la región pudiera ver un espectáculo de esas características.
Siempre que podemos traemos grandes montajes nacionales. Aunque al final de temporada siempre te dices cuánto me hubiera gustado traer esto o lo otro y no has podido. Creo que esto les pasa un poco a todos los programadores de un teatro.
AH – Muchas veces las compañías vienen para actuar solo un día en el festival ¿es muy difícil convencerlas para solo ese día?
SGG – No. Están acostumbradas. El festival es muy conocido a nivel nacional y ellas saben cómo está armado. Sinceramente, creo que están agradecidos de ser programados. Son grandes profesionales y se adaptan. Hay que tener en cuenta las características de este. Es un festival que se hace al aire libre, en vías públicas, y ellas lo valoran.
AH – ¿Qué cree que significó su llegada para el Consorcio del Gran Teatro de Cáceres?
SGG – Un cambio de programación. Entiendo que cada director tiene una forma o un modo de trabajar y eso se nota en la programación. Mi objetivo es que el público de este teatro pueda ver espectáculos ya sean grandes o pequeños, peroimportantes.
Al estar localizados donde estamos a veces es difícil que lleguen esas obras. Es complicado. Por eso he intentado que vengan porque nuestro público tiene el mismo derecho que los públicos de otros lugares. La cultura debe ser democrática.
Por ejemplo, creía que era importante que la Compañía Nacional de Teatro Clásicovolviera a Cáceres [en la programación del festival estará con Castelvines y Montesesde Lope de Vegadirigida por Peris-Mencheta]. O que la gente pudiera ver a Nuria Esperten Incendioso a Carmen Machien Prostituciónigual que la podía ver el público de Madrid o de Barcelona. Y no tener que viajar, salir de su ciudad, para disfrutarlas.
Cuando voy a programar me pregunto “Si yo fuera un espectador de esta ciudad, qué me gustaría ver en este teatro.”
AH – ¿Cuál ha sido la respuesta del público?
SGG – Buena. Muy buena. Cada año mejor. Estamos contentos con su respuesta. Les gusta pasar un buen rato en el teatro de su ciudad. Y eso que llevamos un año y medio complicado por la pandemia.
AH – Hemos hablado de muchos temas, pero ¿qué echa en falta en esta entrevista o en otras que le hayan hecho?
SGG – Quizás me hubiera gustado que me hicieran más entrevistas para hablar de cultura. Abres un periódico o ves un telediario y ves que a la cultura se le dedica poco espacio o poco tiempo.
Me gustaría que se le dedicara el mismo tiempo y espacio que a otras cosas. Hay mucho que contar y en una hora de telediario, nacional o local, se le dedica poco más de un minuto a algo muy concreto de la cultura, no como al resto de temas. No se habla demasiado.
AH – ¿Por qué cree que pasa eso?
SGG –Los medios y los profesionales también lo tienen muy difícil en estos tiempos. Un periodista tiene que atender a todo. Saber de todo. Así que acaba haciendo lo que puede. Quizás deberían tener más medios y debería haber más periodistas en los medios para poder diversificarse y especializarse.